PERFIL DE UN HÉROE FIGUERENSE

El Aviador Joaquin Collar

Repasando la historia de la aviación en el Ampurdan y en el marco de los 75 años del vuelo pionero del “Cuatro Vientos”, toca hablar de la imagen del aviador figuerense y la difusión que se ha hecho de su aventura transoceánica

Los que somos figuerenses de adopción a veces nos cuesta ver las cosas desde el mismo punto de vista que los figuerenses de toda la vida. Lejos de ser una limitación, pensamos que es una de las aportaciones más enriquecedoras que pueden hacer a nuestra cuidad.

Dicen que el éxito en el sitio donde has nacido es la conquista más difícil. Triunfar en tu propia casa es encontrar el reconocimiento más deseado, el de los seres más queridos y es precisamente por eso que es más difícil, porque la tía, y el vecino de nuestra casa y la dependienta del supermercado o el maestro de primaria nos ven como el niño pequeño que fuimos y conocieron, como los padres, nuestras debilidades y nuestros defectos.

Parece mentira que un niño tan normal se pueda situar en el altarcillo que tenemos reservado para las figuras más admiradas de la historia, los héroes y otros principales.

Nos parece que en Figueres no se da este fenómeno, tarde o temprano lo contrario. La ciudad es agradecida con sus hijos ilustres, todo y que como le decíamos hace unos años a aquel entonces alcalde, Joan Armangué, en Figueres tenemos inflación de grandes personajes y la gloria no llega a todos por igual.

Tengo que reconocer que hasta que no llegué al Ampurdan no era consciente que Joaquín Collar era figuerense. Claro que lo conocía y admiraba su gesta, que formaba parte de una de las épocas más interesantes de la historia de nuestra aviación: Los grandes raids objeto de estudio en la academia de aviación dentro de la asignatura de Historia de la Aeronáutica.

Sí que me sorprendió que la figura de Collar pareciese ser en nuestra casa patrimonio exclusivo de sus compañeros de profesión. Después percibí esta cuestión de la difícil competencia con genios tan mediáticos como Salvador Dalí, tan conocidos como Monturiol, tan cercanos y queridos en nuestra casa como Alexandre Deulofeu o Ramón Reig. Y me propuse estudiar mejor la figura de uno de los aviadores más grandes de la historia, un figuerense universal y valiente, un hombre de sus tiempos y de su tierra.

Unos años después tuve la oportunidad de conocer la familia de Joaquín Collar y de hacer de mensajero para llevar unos objetos, que se donaron al Museo del Aire. Poco después, empezamos la organización de un ciclo de conferencias en Figueras, en fechas próximas al 10 de junio, aniversario de la salida del Cuatro Vientos del aeródromo de Sevilla de Tablada y hasta el año 2007 hemos tenido ocasión de escuchar en Figueras a los más capacitados investigadores sobre el vuelo del Cuatro Vientos.

En primer lugar, en el año 2000 en el espacio Ictineu, el historiador valenciano Julián Oller nos contó un relato vivido y ameno del viaje y la estancia en Cuba de los héroes así como de la teoría de su peripecia en la Selva de la Huacamaya con todos los detalles que los defensores de esta teoría aportaron hasta ahora.

El comandante de Aviación Juan Manuel Riesgo, que entonces trabajaba en el Museo del Aire en Madrid, nos ofreció una interesante visión de los protagonistas del vuelo dentro del contexto de la historia aeronáutica y la aviación de su época.

La visita a México

En la biblioteca del Casino Menestral, Enric Pallarés, el único español que hasta entonces había llegado a la parte de la selva mexicana donde decía que se había estrellado el Cuatro Vientos, nos hizo partícipes, a pesar de que el tiempo se hizo muy corto, de sus experiencias directas en aquellas tierras tan lejanas. Pallarés también trajo con él unas muestras de los materiales que decían que podían ser parte del avión supuestamente enterrado en una cueva que se dinamitó para esconder el asesinato de los pilotos.

Josep Tomás es un gerundense que en el año 1992 hizo un vuelo tan memorable como el de Cuatro Vientos. Con un globo y llevado por los vientos alisios, con el madrileño Jesús González Green atravesaron el Atlántico sur por primera vez en la historia de la aerostación. En Figueras, nos hablaron de sus experiencias y el paralelismo existente entre su historia y la de Joaquín Collar. Nos hizo pensar que si hubiéramos podido oír al héroe del  Cuatro Vientos, el relato de sus aventuras habría estado en un tono muy próximo a aquel queTomás usaba para hacernos atravesar con él el Atlántico como siestuviésemos sentados dentro de su globo sobre el océano y no en la Sala Monturiol del Casino Sport Figuerense.

En 2005, en la sala de conferencias de la Biblioteca Pública, Jorge Fernández Copel, historiador y piloto de líneas aéreas, nos dio una visión profesional y científica de las investigaciones sobre la desaparición del avión. Fundamentándolas en las mismas técnicas que se habrían utilizado hoy en día en la investigación de cualquier otro accidente aéreo, llegó a la conclusión que no es posible, que el Cuatro Vientos desapareciese en la selva, porque elegir esta ruta no tiene ninguna lógica desde el punto de vista de dos experimentados pilotos que acababan de atravesar una extensión de mar inmensamente más grande que la distancia de Cuba a México. Como primicia, se proyectó el documental rodado por el canal Discovery, que un tiempo después se estrenaría en la televisión.

En el 2006, el joven y brillante ingeniero técnico aeronáutico figuerense, Lluís Garreta, hizo un análisis del diseño y fabricación en España del Cuatro Vientos y como de un avión de patente francesa, se hizo un diseño prácticamente nuevo.

 Confirmando el interés de las nuevas generaciones por el héroe del Cuatro Vientos, en 2007, el también figuerense David García nos habló de Joaquín Collar como un figuerense de sus tiempos, de sus actitudes hacia los problemas de su época y del entorno histórico que lo rodearon especialmente en Figueras y en Cataluña.

El año 2008 es el 75 aniversario del vuelo que llevó a la gloria al ilustre aviador y de su desgraciada desaparición que lo convirtió en un mito de la aviación. En Figueras, en su cuidad natal, se recuerda con interés su figura y el ayuntamiento tiene prevista la colocación de una placa para recordarlo en la casa donde vivió. Pero lo más importante de todo es la lección que la historia nos da. El ejemplo del héroe se vive en nuestra memoria como un último y perenne servicio a sus conciudadanos y nos habla del valor, el sentido, el deseo de justicia, la pericia y la profesionalidad, la humildad y la generosidad, como los valores a imitar por las nuevas generaciones.

Notas sobre un personaje singular

1. EN LA ACADEMIA DE CABALLERIA.

Collar fue muy joven, como era costumbre de la época, a la academia de caballería. En aquellos tiempos el espíritu de la caballería era de audacia y atrevimiento. Los jinetes cargaban con sables contra un enemigo con armas de fuego, una temeridad que hacía necesario un tipo especial de hombres decididos y valientes. Además, Collar, con el “valor reconocido” por su participación en acciones de guerra en Marruecos, en 1925 recibe la mención especial de sus mandos por las acertadas y reflexivas decisiones tomadas bajo el fuego enemigo.

2. RESCATE DE AVIADORES.

A principios de 1930, en el Sahara, dirige el rescate de unos aviadores italianos que han empapado con unos hidroaviones Saboya 55 y no pueden desembarcar. Con dos barcas con remeros indígenas acudieron al rescate. Tras recoger a los italianos, la otra barca zozobra y, con grave riesgo de su vida, Collar dirige su tripulación al rescate de los náufragos. El oficial que patroneaba la otra embarcación era el alférez Fernando Primo de Rivera, que en el año 1936 será asesinado, junto con otro famoso aviador, Ruiz de Alda, en el asalto a la Prisión Modelo de Madrid.

3. ACROBACIAS ALTRUISTAS.

En el año 1932, estando destinado en la Escuela de vuelo de Cuatro Vientos, Collar y otro compañero piloto se escapan siempre que pueden de la Escuela con sus aviones para ir a distraer a los niños enfermos de sanatorios próximos a Madrid con sus acrobacias.

4.UN BARBERÁN PREVISOR.

Cuatro meses antes del vuelo histórico del Cuatro Vientos, Mariano Barberán escribe a su amigo Francisco Vives, agregado aéreo a la embajada española en la Habana y de quien recibirá todo tipo de ayuda para la preparación del vuelo. Además de manifestarle sus dudas sobre si el avión estará fabricado a tiempo, le pide más información sobre el campo de aviación de Guantánamo, el primero que encontrara cuando llegue a la isla donde piensa que es más seguro el aterrizaje.

5. EN LA SALA EDISON.

En la misma época, según el testimonio que nos transmitió un figuerense, entonces un muchacho, en Figueres, Joaquín Collar se veía pensativo, fumando un cigarrillo en el intermedio de una película en el Cinema Edison. El protagonista recuerda el comentario de un primo suyo que le decía: “¿No sabes quien es?, es el aviador Collar que bien pronto se irá a Cuba en avión”.

6.LA “MEDALLA AÉREA”.

El 27 de junio de 1933, Mariano Barberán y Joaquín Collar fueron propuestos para la Medalla Aérea, la máxima condecoración por quién, en tiempos de paz, haya realizado algún hecho que suponga valor distinguido unido a virtudes militares y profesionales extraordinarias. Hasta entonces solamente se habían concedido diez, y hoy día son treinta y ocho los galardonados con esta distinción. Se concederá a los dos aviadores el 21 de febrero de 1934. También recibirán reconocimientos internacionales como el prestigioso Harmond Trophy que antes habían recibido Umberto Nobile (1926), Charles Lindbergh (1927), Italo Balbo o Amelia Earhart.

7. ACONTECIMIENTO MEDIÁTICO

El vuelo del Cuatro Vientos fue un acontecimiento mediático desde el inicio del vuelo. Una muestra muy significativa de esta repercusión es el libro que los periodistas mexicanos Ricardo Villares y Francisco C. Bedriñana publicaron sobre los hechos, recogiendo las informaciones aparecidas en la prensa. La Odisea del “Cuatro Vientos” es un libro-reportaje que un mes después de la desaparición de los héroes ya llevaba hechas dos ediciones.

8. MARCHA DE 750 KILÓMETROS A PIE.

El 29 de mayo de 1936, la cuidad de Figueras, recibe multitudinariamente un equipo de tres soldados y un cabo de aviación que han venido andando desde Alcalá de Henares, haciendo los 750 quilómetros en diecinueve jornadas. En el Ayuntamiento son recibidos por el alcalde, a quien, delante del padre de Joaquín Collar, le hacen solemne entrega de un pergamino conmemorativo de aquel raid terrestre de unos aviadores en homenaje a los héroes del Cuatro Vientos.

9. INTENTOS DE ESTAFA.

La repercusión mediática de la pérdida del Cuatro Vientos fue muchas veces un inconveniente que llegar a la verdad. Muchos embaucadores quisieron sacar dinero de la familia, del Estado español o de los periodistas que se han interesado por la historia. En mayo del 2004, un productor mexicano de reportajes de televisión se puso en contacto con la Asociación del Aire con el fin de anunciar que habían encontrado la pistola de Collar en la selva. Lo justificaba con una serie de deducciones fantasiosas y cuando recibieron la respuesta diciendo que ni el modelo del arma había sido nunca reglamentario en el Ejército español, ni los dibujos que llevaba el arma eran escudos oficiales, ni tan siquiera parecidos, por lo que se podía afirmar con toda seguridad que el hallazgo, no era ni por asomo la pistola de Collar, no se volvió a saber de ellos ni de su reportaje.

10. VISITAS EN AVIÓN.

Collar mantenía el contacto con su familia y con Figueras tanto como sus deberes militares le permitían. A veces, iba a Figueras con su avión y entonces daba paseos aéreos a amigos y conocidos. Es muy probable que las fotografías de archivo del Ejército del Aire del 10 de mayo de 1932 fuesen hechas aprovechando una de sus estancias en el Ampurdan.

11. AVENTURAS AMOROSAS.

Se ha dicho muchas veces que Joaquín Collar tuvo una serie de aventuras amorosas en Cuba. No hay ninguna prueba en este sentido. Los dos héroes fueron muy cumplimentados por la colonia española y la sociedad civil cubana, y se multiplicaron para no rechazar ningún acto social. El carácter de Collar era extrovertido y en extremo cordial y simpático. Su atractivo físico y la aureola de héroe romántico que le rodeaba, sin lugar a duda- de eso sí hay pruebas- hicieron soñar a muchas muchachas cubanas.

12. El papel del padre, un capitán de infantería

Cuando se produjo la sublevación de julio del 36, la aviación, mayoritariamente, permaneció leal a la República. En Barcelona, el teniente coronel Sandino, jefe de los servicios de aviación en el Prat, fue una pieza clave para desbaratar los planes de los amotinados. Unos de los primeros días después de la sublevación LLuís Collar, padre de Joaquín, se presentó en el campo de aviación del Prat con su uniforme de capitán de infantería, a pesar de estar retirado, y cuadrándose militarmente delante de Sandino le dijo “Mi Teniente Coronel, al pasar lista de los oficiales de Aviación y llamar a Joaquín Collar se presenta en su lugar su padre, ya que él no puede hacerlo por haber desaparecido en el vuelo Cuba-México de 1933”. Lluís Collar desarrollará durante la guerra el papel de oficial habilitado en el campo de Sariñena, sede de la famosa escuadrilla Alas Rojas.

BIOGRAFIA

FICHA PERSONAL

Nombre Joaquín Collar Serra

Nacimiento Figueras, 25-11-1906

Desaparición México, 20-06-1933

1921

Soldado voluntario del Regimiento de Dragones de Numancia de Caballeria. En 1924 se convierte en alférez.

1927

Es alumno de Aviación en el aeródromo de Cuatro Vientos. Obtiene el titulo de observador y, más tarde, el de piloto. En 1929 es destinado al Sahara. En 1930 protagoniza un heroico rescate de unos pilotos italianos.

1930

Parte en vuelo hacia Portugal, sin autorización, después de haber participado en los sucesos de Cuatro Vientos. Es dado de baja- “disponible gobernativo como procesado”- “con el derecho al uso permanente del emblema de aviación”.

1931

El 14 de abril se proclama la II República y vuelve a España. Se traslada a Sevilla, Tetuan, Melilla y Larache para revisar los aeródromos. Ocho días de arresto en banderas impuestos por el Jefe de Aviación Apolinar Saénz de Buruaga por el incidente con el comandante Juan Ortiz.

1933

El 10 de junio sale de Sevilla con el Cuatro Vientos en compañía del capitán Mariano Barberán y Tros de Ilarduya hacia Camagüey (Cuba). Llegan el 12 logrando la proeza de haber sido los primeros en cruzar el Atlántico por esta vía sin escalas. El 20 de junio desaparecen cuando volaban hacia México.


Roberto Plà Aragonés
Publicado en el semanario l'Empordà de Figueres el día 8 de abril de 2008 en catalán, dentro de una serie de artículos dedicados a la historia de la aviación en el Ampurdán.