Buenafuente o Solan de Cabras

El otro día oí comentar a Mariona que la botella de agua de Solán de Cabras, la de plástico azul, no es reciclable, pero cuando he intentado comprobarlo en Google no he encontrado referencias claras. Por el contrario, en la página de la empresa embotelladora he encontrado un manifiesto grandilocuente sobre su preocupación por el medio ambiente y en las comparativas de Ciao uno de los usuarios se moja y dice que «este plástico es PET y se puede reciclar».

Esta noche, cuando la he visto le he preguntado por su fuente de información. Me ha dicho que escucha por las mañanas el programa «Els Matins» de Josep Cuní en TV3. Presta mucha atención al espacio de Josep Lluís Gallego sobre reciclaje. Como hemos podido comprobar en el video del programa, lo que dijo el otro día es que los fabricantes se quejan porque resulta que la botella azul ha sido un éxito en la promoción de la marca ya que la diferencia notablemente de la competencia. Una diferenciacion muy deseable en el complejo mundo de las aguas embotelladas, pero que como material de reciclaje es pejiguero ya que los tintes añadidos al plástico no se pueden separar y obliga a crear una cadena de reciclado separada para estas botellas, lo que incrementa notablemente el coste de este proceso.

Llegado a este punto no he tenido más remedio que llamar a Valencia a mi amigo Claudio seguro de que como industrial del sector, sabria darme una respuesta clara sobre el PET y la botella azul. Y así ha sido. Claudio me ha explicado que el PET no puede ser sencillamente triturado y fundido para volverlo a reutilizar como los otros plásticos sino que debe pasar por un proceso de cristalizado y que este proceso consume mucha energía, lo que encarece el proceso y lo hace menos rentable desde el punto de vista económico y energético. Por otra parte los tintes hacen que el material reciclado no pueda ser reutilizado para crear material transparente, y de hecho su comportamiento es poco predecible, con los consiguientes problemas para su utilización.

Como conclusión, un agua cara, aunque bastante apreciada -no falta quien dice que le sabe a rayos, aunque «contra gustos…»- y cuya excelente imagen de marca lo es en detrimento de un medio ambiente que se vanaglorian de proteger, algo que tampoco es nuevo porque hoy en dia jurar amor eterno al medio ambiente es condicion indispensable para abrir un negocio, aunque en la mayoria de los casos pasa como en las relaciones del instituto: «prometer hasta meter y una vez metido, olvidar lo prometido».

Hay quien sin embargo prefiere permanecer fiel a sus principios y el caso de Andreu Buenafuente es reconfortante. El pasado dia 8 El Pais publicaba la noticia de que había rechazado el premio Micrófono de Oro porque también se lo habían concedido a Federico Jiménez Losantos, director del programa La mañana de la Cope. Y es que dicen que todas las comparaciones son odiosas pero Andreu debe pensar que algunas mucho más. A mi Buenafuente además de hacerme reir a mandíbula batiente me cae genial porque cuando empezó con su programa en TV3 rompió uno de los cánones más imperturbables de la televisión pública de Catalunya, usando el castellano en sus programas mezclado con el catalán de una forma tan natural como ocurre aqui en la calle. Es solo un pequeño detalle que unido a su ácida y genial visión de la vida cotidiana le convierten a mi modo de ver en uno de los humoristas mas notables que en el mundo han sido.

Seguro que hay quien está pensando que la asociación de ideas para traer a Buenafuente a un escrito sobre aguas minerales tiene el propósito de hacer un jueguecito de palabras fácil y no muy acertado, pero poca gente sabe – o si, ¡y yo que sé!…- que Andreu Buenafuente dibuja y no voy a decir si lo hace bien o mal, solo que a mi me gusta. Así que el otro día repasando los dibujos de su web, me encontré uno ¡de una botella azul!

Botella Azul

No voy a hacer comentario alguno al respecto. Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Yo soy el primero en reconocer que he sucumbido al encanto de la botella azul y aunque no la consumo con asiduidad -en casa filtramos el agua del grifo- he tenido una botella azul de plástico para enfriar en la nevera el agua filtrada y servirla en la mesa. Una botella que después de estropearse por el calor al meter en ella un liquido caliente, fue a parar al contenedor de envases y ha sido sustituida por otra botella azul de litro de Solan de Cabras,…de cristal.

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