Mata moscas con el rabo

Cuando era pequeño y me aburría, si tenía alguna ocurrencia célebre normalmente inocente como digamos desmontar las pinzas de tender la ropa de mi madre o hacer puntería usando el cuerpo de un bolígrafo como improvisada cerbatana, siempre había algún adulto que llegaba rápidamente a desbaratar el entretenimiento.
Mi madre, aun cuando el entretenimiento era realmente inocente, tenía una frase en la boca que recuerdo muchas veces: «Cuando el diablo no sabe que hacer, mata moscas con el rabo«.
La de veces que habré imaginado al diablo matando moscas con el rabo. Y la envidia que me daba de tener semejante entretenimiento. Porque a demás seguro que el puñetero se cargaba moscas a raudales, aunque también son criaturas de Dios no creo que el padre celestial andase todo el día protegiéndolas de Lucifer, que por otra parte, seguro que estaba mejor entretenido en esos menesteres que haciendo otras maldades.
Una de las cosas buenas de hacerse mayor es que ya hay menos mayores que pueden venir a fastidiarte los entretenimientos ocurrentes. Y que por otra parte el bagaje de conocimientos con el que se vio obligado a cargar en años de aburrida escuela y universidad puede llegar a tener una utilidad.

Mi obra efimera

Por ejemplo, los tipos estos de «The LED Sign» que en un alarde de conocimientos y habilidad tecnológica se han montado tres paneles de LED,s y un interface para presentar en ellos textos sencillos. Y en un gesto de generosidad que los ennoblece no se han guardado la ocurrencia para ellos, sino que la comparten en la red.
Yo me di de bruces con la página enredando con Stumbleupon el recurso vital para la procastinación eficaz.
Básicamente se trata de un interface entre el ordenador y unos paneles de LED,s en los que pueden verse los textos que se escriben en tres campos de texto. La generosidad de los autores que denota asimismo un ingenio que no se ciñe a lo diario y vulgar, ha consistido en compartir su juguete a través de la red.
Hay que entender que no se trata de una cuestión para cualquier tipo de mentalidad. Por ejemplo Mercedes cuando lo ha visto y le he explicado detalladamente el funcionamiento y las implicaciones me ha espetado: «Con la de cosas que tienes que hacer, ¿estas son las chorradas en las que pierdes el tiempo?». Típica mentalidad de madre, insensible a la profundidad de las implicaciones entre la tecnología y el arte digital.

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