Ayer eran definiciones y hoy aproximaciones a la esencia de lo que es un blog. Yo me he puesto a pensar cual sería mi propia aproximación. Un poco torpe, solo he acertado a reunir unas ideas clave de lo que debe ser y de lo que no deb ser un blog.
Mi conclusión es que un blog debería ser,
- Una llama de libertad
- Ideas claras trenzadas con lógica
- Perlas sinceras de intimidad
- Canción apasionada por la vida
- Mano abierta a la fraternidad
Y debería evitar ser,
- El espejo de un narcisita
- El altavoz de un vanidoso
- La hiel de un resentido
- El libelo de un cobarde
- El rebuzno de un cretino.
Y ahora lo releo y cambiaria algunos términos, añadiría otros o haría precisiones como que cuando hablo de la vida me refiero a la propia existencia: el universo, la vida, la verdad y todo lo demás, o sea, cuarenta y dos, más o menos. Pero lo dejaré así, porque diez puntos son ni muchos ni pocos, los suficientes para acogerse al lugar común de los decálogos a los que ni tan solo Moisés pudo sustraerse y yo -que no he conseguido jamás que el mar se abra a mi paso- no voy a intentar enmendarle la plana al patriarca judio.