No cambiamos. Con esfuerzo, maduramos y mejoramos un poco, pero como decia Manuel Darío en la Academia, «El destino es el destino y el que nace lechón, muere gorrino«. Y yo de estudiante me pillaba el toro casi siempre y el día antes del examen tenía que pegar un apretón.
Y eso es lo que me pasa ahora que estoy aqui preparando los papeles para llevarme al Ufficio Storico al mismo tiempo que la maleta. Diagramas, esquemas y listados de operaciones y de números de carpetas para consultar. He llamado a mi amigo Miguel Santiago Puchol y me ha inundado con un torrente de datos y recomendaciones. Miguel es un hombre asombroso al que le sobra la capacidad para los detalles que a mi me falta y como buen auditor tiene la cabeza organizada como un cuartel: cada cosa en su sitio y a su hora y de un sitio a otro corriendo. La verdad es que su aportación es muy importante y creo que me va a servir para aprovechar el tiempo, lo cual es fundamental, porque la hora de archivo en Roma, incluso a pesar de las ofertas de Ryanair, sale muy cara.
Tambien he hablado por teléfono con el Tenente Coronel Bartallani, al que me han indicado como ‘enlace’ desde la agregaduría donde además me han ayudado para reservar el alojamiento y solicitar la visita al archivo. Mañana me esperan. La verdad es que ahora que pienso, he movilizado a un montón de gente para mi investigación y todos han sido extremadamente amables. Si alguna vez el resultado de este estudio se publica, el apartado de los agradecimientos será merecidamente extenso.
Hoy llueve en Figueras y según las previsiones, mañana y pasado lloverá en Roma. No deberíamos haber retrasado tanto el viaje. Septiembre es un buen mes para disfrutar de vacaciones.