1000 Grullas por Japón

Internet está lleno de gestos. De gestos inútiles es lo primero que asociaría yo a la anterior afirmación. Los memes se reproducen de un blog a otro y el medio es propenso al mimetismo y la repetición sin sentido.
Pero los gestos solo carecen de sentido cuando se realizan sin sentimiento. Un hecho trivial, un acto que carece en si mismo de significado puede constituir la piedra angular de nuestra meditación. Dedicar un momento al día a meditar es algo sumamente beneficioso. Creo que da igual que analicemos conceptos trascendentes o simplemente miremos hacia dentro de nosotros mismos para ser conscientes de como está nuestro ánimo, hacia donde vamos, por qué hacemos las cosas.
A veces, un gesto, una actividad, hacer algo también nos ayuda a meditar porque podemos establecer un paradigma entre lo que nos sugiere y nos motiva para realizar esa actividad y lo que nos motiva en la vida.
Y ese ha sido hoy el caso de las «1000 grullas por Japón» una iniciativa simple, carente de lógica, un gesto sentimental que solo adquiere sentido si nos hace meditar y si nos permite disfrutar de un momento de paz para solidarizarnos con tantos seres humanos que sufren en Japón y en el mundo.
He encontrado la iniciativa de Makiko Sese a través de Nacion Red.
Llevo seis días consternado por las noticias que llegan de Japón y las estupideces que dice alguna prensa, los políticos…a través de algunos blogs de españoles como Luis, que viven en Japón he intentado hacerme una idea más exacta de la situación y pienso en todos aquellos que están arriesgando sus vidas para evitar un desastre.

Senbazuru

A traves de la iniciativa de Makiko he conocido la leyenda de las 1000 grullas y la triste y emotiva historia de Sadako Sasaki.
Mientras doblaba mi hoja de papel, hacía mi ejercicio diario de meditación pensando en las relaciones de este caso con la radiación atómica, los niños, la paz y los buenos deseos, que no siempre se cumplen. ¿Debemos dejar de tener buenos deseos porque algunos no se cumplen?.
Naturalmente la respuesta es que debemos tener mejores deseos, más buenos e intensos deseos que nos ayuden a encontrar las fuerzas para hacerlos realidad.
Yo me he sumado a la campaña de Makiko plegando mi grulla y os recomiendo que vosotros dediquéis también un momento a este ejercicio de origami. Si el esfuerzo no os permite meditar o sois hombres y no podéis hacer más de una cosa a la vez, no os preocupéis, después de hacer la grulla y enviarle la foto a Makiko las1000grullas[arroba]gmail.com, dejad la grulla por encima de la mesa, o en algún sitio visible y cada vez que la veáis pensad si ese papel doblado es lo único que podéis hacer por las causas justas de este mundo.

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