Por la tarde de 26, cansados de patear Praga y su castillo, decidimos realizar una actividad algo más relajada.
El teatro de la Linterna Mágica, en realidad el «Nová scéna Národního divadla» se aloja en lo que alguien ha definido como el edificio más feo de Praga, que parece estar recubierto de cristal. Yo opino que ese título está muy discutido como para atribuirlo así a la ligera. Sin embargo también es una cuestión de gustos pues hay quien no aprecia la belleza del ‘edificio que baila’, otro de los ejemplos singulares de arquitectura moderna en la ciudad.
La compañía se estrenó en la EXPO 1958 en Bruselas con mucho éxito. Al llegar al teatro encontramos que estaba a punto de empezar una función de una obra llamada «Graffiti». El precio de las entradas nos pareció asequible, y el programa prometía una mezcla de danza moderna y efectos multimedia y la calificaba como la ‘primera obra multimedia’. Aunque como espectáculo de danza moderna no estaba mal, las expectativas creadas no fueron satisfechas.
El primer número era simplemente ballet moderno con iluminación estrambótica sin que esta aportase nada al mensaje transmitido por la danza ni se uniese a la misma en ritmo o armonía. De todos los números del espectáculo apenas uno o dos intentaban una mezcla del mundo virtual sugerido a través de la proyección de gráficos y vídeos con lo que los bailarines interpretaban en el escenario.
Cuando en uno de los números la escena empieza haciendo coincidir a la bailarina protagonista con una imagen de si misma y ambas se separan para iniciar el baile en los planos real y virtual pensé que el numero se remataría con un final que haría de nuevo coincidir ambas figuras en un alarde de coordinación que no se produjo.
Los efectos proyectados constituían a veces una iluminación estrambótica y bastante molesta para el disfrute del espectáculo, otras veces se usaban como una especie de decorado virtual que tenía de color el escenario y solo en algún baile transmitía un mensaje como el de una barrera de luz entre los bailarines en una escena que representaba su separación y en algún momento se puede entender que se quiere representar el mundo onírico contrapuesto al mundo real.
En general aunque la idea es buena no creo que se exprima en todas su posibilidades y aun diría que se desaprovecha en gran medida y se pone en escena de forma torpe y pretenciosa.
Los espectáculos de la Linterna Mágica suelen hacer giras por Europa, así que cuando venga a España quien quiera verlo tendrá ocasión de opinar y me gustaría saber si su opinión coincide con la mía que naturalmente no pretende sentar cátedra ya que no soy un experto en danza moderna, solo está basada en mi impresión personal como espectador. Tampoco creo necesitar más titulación para saber lo que me gusta y lo que no.