Ayer vino un compañero de Madrid en viaje de trabajo y tuvo la atención de traerme este pequeño regalo.
Se trata de una memoria USB de dos gigas con forma de piloto de reactores del Ejército del Aire.
Bueno, en realidad parece Homer Simpson amorrado a un aspirador de cerveza, pero lo que cuenta es el detalle.
La verdad es que es un detalle simpático y parece ser que es una partida (aunque se sea divertida, con ‘t‘ intercalada bien clara) que han comprado en relaciones públicas del Aire o de Defensa para repartirlas como abalorios, de forma que tiene el valor añadido de que -al menos que yo sepa- no pueden comprarse.
Va a pasar a ser mi memoria USB de diario, aunque le encuentro el inconveniente de que no tiene un lugar por donde unirla a una cinta para colgársela al cuello o para unirla a un llavero. Entonces ya sería «demasié«.
Pingback: Bitacoras.com