Una vez más Microsoft lanza al mercado una nueva versión de su sistema operativo con un despliegue espectacular de publicidad y pantallas de humo.
Lo cierto es que hay muchos usuarios que están teniendo problemas para usar su hardware ya que no disponen de los correspondientes drivers. También es cierto que como es costumbre, el consejo implícito que nos dan es que lo mejor no es comprar Vista sino, simplemente un nuevo ordenador, mucho más potente, por supuesto. Los fabricantes de ordenadores están encantados con Microsoft y por eso incluyen su sistema operativo, porque Microsoft no les deja en la estacada y las prestaciones de sus programas al requerir mas máquina, animan el mercado. Lo cierto es que más allá de algunos efectos de animación, lo que tenemos es más de lo mismo.
La cosa tiene que ser muy grave para que la propia revista Wired aconseje no instalarlo. En cualquier caso yo seguiré el consejo que una vez me dio un buen amigo: «de Microsoft solo se pueden instalar las versiones impares«. Creo que más que a una cuestión de paridad se refería a que hay que dejar pasar una versión o incluso aguantar con la que simplemente funcione, para no servir -además pagando- de conejillos de indias de Bill Gates.
Los usuarios de Windows asumen como un dogma que ‘lo mejor es cada seis meses formatear el disco‘ para eliminar los desechos de la basura y los cadáveres que Windows deja en nuestra máquina. Por eso, cuando uno llega a un equilibrio en el cual la versión de Windows, los drivers, las actualizaciones, los ‘Service Pack‘ y las aplicaciones instaladas no se pelean, lo mejor es ¡no tocar nada!
Esta vez la decisión se está volviendo muy fácil. Mientras crecen los requerimientos de máquina de Microsoft, y las mesnadas de Bill Gates pretenden saquear nuestros bolsillos, las soluciones basadas en Linux se muestran cada vez más sólidas y al alcance de cualquier usuario. Ubuntu puede instalarse con un índice de reconocimiento de hardware elevadísimo y contestando a muy pocas preguntas muy triviales y Algunas comunidades autónomas, siguiendo el ejemplo de Extremadura han creado sus propias distribuciones de Linux ofreciendo además soporte, tutoriales y recursos para el mismo.
Por tanto, la conclusión es obvia: si tienes vista, no pongas Vista en tu nuevo ordenador, prueba alguno de los sabores de Linux y disfruta de una tranquilidad ‘nunca vista’ en tus relaciones con la informática.