La razón fundamental por la que elegí Flickr para compartir mis fotos a través de internet y tener allí unos álbumes que poder consultar en cualquier momento o usar en mis páginas web fué que Flickr dispone de un API.
Es una de las cosas que mis amigos poco interesados -lo justo, dirían- en internet y las nuevas tecnologías no entienden. Piensan que API es una de esas palabrejas raras que usan los geeks para que la gente normal no les entienda.
Sin embargo el API es un factor clave en Flickr y voy a explicar por qué. En primer lugar diré que un API es básicamente información y facilidades para que cualquiera pueda usar en sus aplicaciones las funciones o características de la aplicación de la cual es el API.
Imaginar que es lo que hacen los programas que usáis, cuales de sus características son más interesantes. Por ejemplo ese programa de gráficos que retoca los ojos rojos de las fotos o permite cambiarlas de tamaño o de formato, la hoja de cálculo que da los plazos de amortización de un crédito, o calcula la base imponible de una factura, o el editor de textos que cambia las mayúsculas cuando nos hemos equivocado con la tecla
Eso sería posible si todos los programas tuvieran un API y le prestaran sus funciones a cualquiera. Podrían incluirse en otras aplicaciones o hacer aplicaciones mixtas, con características de unas y otras, solo las que nos interesen. Y si el API fuera muy sencillo, incluso nosotros podríamos hacernos «atajos» o «macros» para acceder a ellas.
Por otra parte, recordemos a IBM y Apple. El primero hizo ordenadores personales de arquitectura abierta, el segundo guardó celosamente los secretos de sus máquinas. Mientras que hubo muchas compañías que fabricaron periféricos para IBM incluso hoy el mundo de los Apple se reduce prácticamente a la compañía de la manzana mordida. Puede que los Mac sean mejores, como defienden sus usuarios, pero son más caros y además hay que pasar invariablemente por taquilla.
Muchas compañías hicieron dinero con los ordenadores «Compatibles PC» y eso puso en el mercado, no solo muchos periféricos, sino periféricos baratos y mucho software para usarlos. Sin embargo hay qe reconocer que en el software el modelo varió sensiblemente. En lugar de hacer programas abiertos, que todo el mundo pudiera modificar y mejorar, se eligió para extender el software el modelo propietario y la piratería. No es ningún secreto para cualquier persona inteligente que los primeros beneficiados de la pirtatería son las empresas que claman por sus «pérdidas», cuando la realidad es que gracias a las copias «ilegales» su programa lo conoce mucha gente, que al ser una mano de obra abundante hace decidir a los empresarios por lo que ‘usa todo el mundo’ y además impide la penetración en el mercado de otros productos aunque sean gratuitos, porque en realidad la gente ya tiene algo «gratis».
De forma que para mi está clara la relación directa entre compartir la información y extender, mejorar e innovar en un campo y no compartir, ocultar, patentar …que supone una situacion de monopolio, algo siempre injusto y perjudicial para la parte más débil: el consumidor y la competencia.
Asi que prefiero las iniciativas que comparten la información, no secuestran mis datos bajo formatos que no entiendo ni puedo usas si no es con sus productos, que pretenden esclavizarme como cliente, que deciden cuando debería de cambiar de software o de hardware sin consultarme solo por pura codicia…de mi dinero.
Lo siento. A robar a Sierra Morena. Yo quiero libertad. Libertar para decidir que hago con mis datos, para cambiar de programa o de proveedor cuando quiera, para usar mis datos como quiera, para mejorar el software que uso o para prestárselo a un amigo, para seguir usando un programa si me funciona y no verme obligado a cambiar de versión y a mezclar churras con merinas si es eso lo que me apetece hacer.
Y después de haber escrito alrededor de una docena de párrafos, veo que no he escrito sobre lo que pretendía sino que la introducción se ha convertido en el tema, así que Cambiaré el titulo del artículo y escribiré a continuación el que pensaba escribir, dando este por terminado justo aquí.