Me encantan las cajas metálicas. Deseo encontrarles una utilidad para tener una excusa para comprarlas. Pero me suelen parecer caras. Esta la encontré en un chino, casi escondida en una estantería entre otro material de papelería.
Como bien dice en la tapa, es un tampón de tinta para sellos. Pude comprobar que la espuma con la tinta se podía quitar fácilmente y pensé que, si no era muy cara, me la podría llevar para un proyecto que tengo en mente.
Pregunté y la dependienta china me dijo que costaba …30 céntimos!. Muy honradamente, me advirtió:»tinta está seca». Yo acepté con resignación, haciendo esfuerzos para ocultar mi alegría.