No sé si tenía ganas de ver la película, pues los libros de Alatriste considero que están entre las pocas obras interesantes del académico Pérez Reverte. Las novelas de Alatriste tienen en general una trama y una acción equilibrada que se resuelve en consonancia y ritmo con su planteamiento, en lugar de seguir la tónica de otras obras aclamadas del autor que despliegan una trama excelente que se resuelve con torpeza y apresuramiento.
El personaje del capitán Alatriste siempre me ha sido simpático e incluso entrañable y el punto de vista de Pérez Reverte sobre la milicia, la guerra y la vida de los soldados lo he encontrado muchas veces tristemente acertado en su descarnada amargura.
Así que por una parte temía que la película destrozara el agradable recuerdo de la lectura de las novelas y por otra parte ansiaba ver el evento cinematográfico, récord de inversión y proyecto ambicioso. La película no me ha gustado en absoluto. Solo la Fotografía es maravillosa, pero no salva el conjunto que es tan malo que ni siquiera desprestigia a las novelas porque el guión de Agustín Díaz Yanes no parece tener más que una vaga relación con ellas.
Es posible que la mejor actuación sea la de Viggo Mortensen, aunque su Capitán Alatriste y su extraño deje no convencen. Javier Cámara interpreta un Conde Duque de Olivares increíble, falto del carácter y autoridad en sus gestos, que solo tienen un amaneramiento presuntamente altanero. Juan Echanove ofusca por completo al hombre ingenioso, satírico, ocurrente y ágil de ingenio que tuvo que ser Quevedo para rellenarlo de torpeza física e intelectual. Eduardo Noriega representa un personaje mal dibujado como otros de la película. Los demás no merecen casi ni mención.
El acto de Alatriste al salvar la vida de Guadalmedina no deja de parecer una escaramuza sin excesivo mérito que no sobresale de las obligaciones propias de un soldado en campaña y no da soporte a la supuesta deuda de gratitud de nada menos que un Grande de España. Las damas de la película no encarnan el encanto que debería convertirlas en ángeles de amor: y un desnudo sin gracia no arregla eso. En general los diálogos son deslavazados, no cuentan ningún argumento ni acompañan a una acción continua, el lenguaje cinematográfico es malo, inconexo y ajeno a cualquier argumento relacionado con las novelas en las que se inspira, la película bien podría ser el material rodado y sin montar para unos trailers de las novelas, eso si magníficamente fotografiadas con unas escenas que parecen sacadas de cuadros de Velázquez.
Por último la batalla de Rocroi, además de al final de la película, se debió rodar al final del presupuesto y queda como una parodia de superproducción. El dinero de la película, que dicen que ha sido mucho, se habrá ido en florituras como la propia web oficial, preñada de animaciones inútiles y molestas, con una interfaz desagradable y poco práctica, carente además por completo de información útil, como por ejemplo una ficha técnica de la película o unos créditos completos.
Después de escribir esto, me ha sorprendido ver que no soy el único que piensa casi lo mismo de la película.