Dicen que la mayoría de los hombres somos como niños. Que llegamos a la edad adulta sin resignarnos a dejar de jugar. Lo dicen sobre todo las mujeres y yo no sé si tomarme el trabajo de llevarles la contraria -sobre todo a la mía- o simplemente reconocer que jugar es algo estimulante y divertido.
De niño he jugado con construcciones, coches en miniatura y soldados de plástico y también tenia pasión por el tren eléctrico. Pero los juguetes comerciales que recuerdo con ilusión con el Cheminova y el Meccano. Recalco lo de comerciales porque hubo muchos juguetes que me los hice yo mismo. Una radio de galena, tirachinas, frascos de cristal para guardar bichos que examinaba con la lupa…Y es que entonces, como ahora, los juguetes me parecían una forma excelente de creatividad y experimentación. Intentaba averiguar como funcionaban las cosas, aunque los mayores se empeñaban en decir que era un ‘destrozón’ porque insistía en desmontarlo todo el primer día. Por eso los mejores juguetes eran aquellos en los que, directamente, el juego consistía en montar, probar, construir y experimentar.
Hoy en día me paro ante los escaparates y las estanterías a ver las maravillas que la industria pone en manos de los niños…o de sus padres. Yo recomiendo encarecidamente a los que como yo sean padres que no tengan ningún reparo en comprar juguetes para jugar con sus hijos, siempre que el juego sea compartido y no convierta a los niños en meros espectadores. Si ha de ser así, porque son juegos peligrosos o no aptos para niños los padres tampoco han de tener reparos en comprarse los juguetes para ellos y disfrutar de la experimentación, la investigación, el estudio y la creatividad que aportan muchos juguetes de avanzada tecnología. Un consejo que sirve también para los que no tienen hijos.
Hoy que se recomienda el ejercicio de la mente como medio para detener o atenuar los efectos del envejecimiento o el avance de enfermedades degenerativas, el juego creativo puede ser considerado como una terapia idónea. Podemos alegar que no jugamos, sino que hacemos medicina preventiva.
Hoy podemos encontrar una amplia gama de juguetes que recogen los últimos avances de la tecnología al mismo tiempo que lo hacen los vehículos exploradores del espacio. Atrás quedaron los primitivos coches de radio control o los prehistóricos controlados por un cable. Los vehículos de hoy en día llevan un microprocesador, incluyen sensores para evitar obstáculos, se guían por GPS o transmiten vídeo en tiempo real. Casi diría que no hay juguetes tecnológicos, sino que la propia tecnología es un juguete maravilloso.
Los grandes almacenes donde aparentemente hay ‘de todo’ no son siempre el mejor sitio para encontrar estos juguetes. La dictadura del mercado impone dedicar las estanterías a lo que mas se vende, y por regla general los dependientes no tiene ni idea de que responder cuando se les pregunta algo más complicado que donde están las muñecas. Curiosamente los principales vendedores de juguetes ‘tradicionales’ tienen muy escasa y pobre presencia en la red, de lo cual deducimos que el bombardeo inmisericorde de anuncios televisivos es mucho más rentable que la información a los padres que podría ofrecer un catálogo completo por internet. En general el panorama del ‘juguete científico’ en España es desolador.
Solo el comercio minorista muy especializado puede ofrecer un asesoramiento y el conocimiento de quien se dedica de forma vocacional a un producto determinado. No obstante, este tipo de tiendas tienen que subsistir a base de un sector muy pequeño de la población y por tanto solo son viables en las grandes ciudades. Los que somos felices habitantes de ‘provincias’ sin ninguna aspiración de urbanitas tenemos que buscar la información y muchos productos en la red.
Aunque el tema es apasionante y decidirse por un juguete u otro es siempre una tarea difícil, voy a tratar de hacer una lista, completamente subjetiva de los que a mi modo de ver son los mejores juguetes científicos.
- Lego Mindstorms NXT 2.0 Este ‘Ladrillo programable, convierte las piezas del sistema de construcciones Lego, especialmente las de la serie técnica en un auténtico taller de robótica. Solo hay que darse una vuelta por Youtube para ver auténticas maravillas construidas tomando este juguete como base. También hay numerosos blogs dedicados al tema.
- Un Telescopio es una ventana maravillosa al unvierso. Pero un buen amigo, astrónomo aficionado me recomendó que jamás comprase un telescopio ‘de primera comunión’ de esos baratos de supermercado para niños. No cumplen su funcion y son caros para la calidad que dan, asi que antes de dedicirse por este entretenimiento conviene informarse.
- El microscopio escolar moderno ya es más frecuentemente una cámara USB con una óptica de aumento. Tambien se puede acoplar una simple webcam a un microscopio, algo sobre lo que ya he escrito en este blog.
- Arduino es una plataforma de hardware libre basada en una sencilla placa de entradas y salidas simple y un entorno de desarrollo que implementa un lenguaje de programación. Ello permite crear automatismos, sistemas de control, robots y otros objetos interactivos,…ampliamente usado en enseñanza y por artistas tecnológicos, tiene fama de ser extremadamente sencillo y potente. Su naturaleza de ‘hardware libre’ lo hace también mucho más económico que otras opciones comerciales.
La lista podría seguir y seguir. Una cámara de fotos, una luz estroboscópica, unos prismáticos, un GPS, una coleccion de minerales o un herbario, una cometa o un dirigible radiocontrolado, el juego de quimica o el mecano en sus formas comerciales clásicas o ‘comprados por piezas’ son a mi modo de ver los juguetes más apasionantes y espero que nunca dejen de excitar mi curiosidad y mi deseo.
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