Por la derecha

La Dirección General de Tráfico, que es tan proclive a realizar campañas publicitarias, podría dedicar alguna de ellas a principios básicos de la circulación, como por ejemplo que la norma general es circular por la derecha, inclusive en las vías de varios carriles.

Aunque la tendencia a circular por el carril de la izquierda es observable en cualquier punto de la red viaria me he dado cuenta que es en las proximidades de Barcelona donde se observa como si fuera el precepto mas importante del código de la circulación.

Así se da, en numerosas ocasiones, la circunstancia de que el carril más rápido es el de la derecha pues el de la izquierda va completamente congestionado, en el central puede encontrarse algún vehículo circulando a velocidad moderada y el carril de la derecha está completamente vacío.

A esta curiosa forma de entender la circulación rodada en vías de múltiples carriles los conductores barceloneses añaden otra curiosa actitud consistente en la defensa a ultranza del mantenimiento del carril.

Por ejemplo: si al circular por un carril nos damos cuenta de que en el carril de nuestra derecha no hay vehículos, en aplicación de la lógica general nos desplazaríamos al mismo, para no entorpecer la circulación de los vehículos que circulando por el carril que abandonamos, quieran hacerlo más rápido. No obstante, si más adelante encontramos un vehículo que circula más lento que nosotros, intentaremos adelantarlo por la izquierda como exige el código.

Sin embargo, la realidad es que vamos a chocar de pleno con los ocupantes de ese carril que mediante acelerones o manteniendo distancias increíblemente próximas al vehículo precedente, bloquearán nuestro acceso a «su» carril. “Lo abandonaste y ahora es nuestro” parecen decirnos con su actitud.

Por el contrario, si circulamos por un carril y en nuestra marcha encontramos un vehículo circulando mas lento que nosotros, la probabilidad de que abandone el carril para no entorpecer nuestra marcha hacia otro carril más a la derecha, aun cuando este esté completamente vacío, es muy próxima a cero.

Todo esto tiene que ser algo mas que un simple síndrome dominguero de estrés urbanita. Sin duda es algún tipo de característica antropológica que debería ser objeto de investigación y análisis. Yo por mi parte pongo a disposición de la ciencia mis cuadernos de campo sobre el tema.

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