Coches con Software Libre

Odio profundamente los automatismos de mi coche. Podría hacerlo extensivo a los automatismo de otros coches, pero solo me relaciono con el mio y ya tengo bastante.

Cuando me bajo y lo cierro, las luces se quedan encendidas. Se supone que para que no tropiece con la acera cuando voy hacia la puerta de casa, el diseñador de este consumo inútil de batería debe pensar que tengo para comprar un coche pero no para poner luz en el porche.

Hay otras muchas prestaciones del coche que me gustaría poder configurar. Desde la duración de los avisos de alerta en la pequeña pantalla del salpicadero al registro y posible consulta de estos avisos o la sensibilidad del limpia parabrisas automático al agua de la lluvia. Desde prestaciones insignificantes como esas a otras más enervantes como el aviso de revisión periódica, que solo pueden desactivar en el taller autorizado, una práctica monopolista que constituye un auténtico chantaje.

C-5

Y es que cuando hablamos de software propietario de secuestro de datos y de puro chantaje al cliente, Microsoft pasa a ser una hermanita de la caridad comparado con los fabricantes de coches. Sencillamente todo está preparado para que el cándido usuario que ha pagado el coche -habría que ver si es su verdadero propietario- no tenga otro remedio que ir a morir al palo del ‘Taller autorizado’. Este taller, a su vez, no tiene otro remedio que adquirir el utillaje recomendado por la marca, lo que le garantiza una ‘patente de corso’ sobre los vehículos de la misma.

Hace un tiempo nos reíamos sobre la posibilidad de llevar un sistema operativo Windows en el coche que cada cierto número de kilómetros se colgase con su típico pantallazo azul obligándonos a detener el cochi y ‘salir y volver a entrar’ para continuar el viaje. Ayer por la autopista yo viví esa experiencia sin tener que recurrir al omnipresente sistema de las ventanas. Ya hace tiempo que ocurre que al frenar se enciende una alerta que me informa que el sistema de control de velocidad funciona incorrectamente. No hace falta dar un gran frenazo, simplemente tocar el freno. Es algo que ocurre aleatoriamente excepto cuando lo llevas al taller.

La mayoría de las veces solo hay que parar el coche, sacar la lleve del contacto y volverla a meter. Al ponerse en marcha todo funciona correctamente. Salvo ayer que no solo no volvió a activarse esa función sino que a los pocos kilómetros la maldita pantallita me informó que el sistema de estabilización automático había dejado de funcionar. Por suerte el infracerebro del coche no decidió que debía inmovilizarme por esa razón a más de cien kilómetros de casa. Y de los avisos pude enterarme porque Mercedes, en su papel de copiloto los leyó ya que aparte de tener que prestar atención a la carretera, lo normal es que cuando el conductor dirige la vista al indicador, el mensaje haya desaparecido sin posibilidad de recuperación.

Hace unos meses el mando a distancia de la llave dejó de funcionar. Pensando que sería una cuestión de la pila, pero incapaz de averiguar como abrir la llave para cambiarla la llevé al concesionario. No señor, me dijeron que se había ‘desprogramado’ y ‘reprogramarla’ cuesta la módica cantidad de 80 euros. Podemos guardar gigas de información en una tarjeta de memoria y leer esta información en diferentes ordenadores o reproducir música e imágenes en ordenadores de mano, reproductores MP3, hasta el GPS nos deja reproducir música, pero el código de una llave de coche cuesta 80 Euros regrabarlo.

De verdad, creo que necesitamos coches con software libre. Por nuestra seguridad, para nuestra tranquilidad y para que dejen de robarnos cuales bandidos en Sierra Morena, aunque estos roban a los pobres para engordar a los ricos. ¡Yo quiero un coche con Linux!.

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2 respuestas a Coches con Software Libre

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