Hace quizás ocho años que mi hijo me regaló una Kaweco Sport. En principio no es una pluma que yo me hubiera comprado, porque ya había decidido que la pluma de mi vida era una Lamy Safari, pero sentía curiosidad y estaba abierto a probar otras marcas en el mismo segmento.
La razón por la que yo no me habría comprado la Kaweco es que me parecía muy pequeña. Me sorprendió sin embargo que a pesar de su tamaño era muy cómodo escribir con ella y su desempeño, magnífico. La entinté con cartuchos de tinta de la misma marca, color «caramelo» y el plumín se deslizaba con mucha suavidad sobre el papel, y el trazo era nítido y saturado, sin excesos de flujo.
El capuchón a rosca me pareció un detalle de calidad. De hecho es una pluma que ni tan solo después de largos periodos de inactividad ha mostrado el problema de «plumin seco» al volver a usarla, y la rosca confiere una gran seguridad al llevarla en el bolsillo. Hay que tener en cuenta que ya en 1909 Kaweco puso en el mercado una “pluma de seguridad” de patente propia cuya principal característica era que no tenía fugas de tinta, así que a preocupación de la marca por esta cualidad tiene más de cien años.
El clip del capuchón que se encaja o se retira del capuchón a voluntad es otro detalle de diseño interesante.
Quizás el lector se pregunta porqué escribo tanto de la Kaweco Sport cuando en el titulo había prometido tratar sobre la Kaweco Perkeo. La razón es que e su día no hice una revisión de la Sport y fueron precisamente sus cualidades las que llamaron mi atención sobre la Perkeo, que a mi modo de ver subsanaba la única pega que yo le ponía a la Sport: su tamaño.
La interesante historia de Kaweco y sus modelos, que puede encontrarse en la página de sus importadores en España, no menciona a la moderna Perkeo, que por otra parte no es fácil de encontrar en nuestro pais sin recurrir la compra por internet.
Desde que tuve noticia de su existencia quise probarla. Los primeros modelos se comercializaban en combinaciones de colores contrastados, supongo que para el sector más joven del mercado. Sin embargo también han salido modelos con colores más «serios» y elegantes, como el azul Breezy y el verde jungla, además del negro y el estridente «infrarrojo».
Por fin me decidí a comprar una pluma de este modelo con un color transparente. Su uso estos últimos meses me ha mostrado que posee todas as cualidades de la pequeña Sport. Su sección de agarre con tres facetas la hace muy cómoda para escribir y para un usuario de Lamy como yo, bastante familiar.
En el extremo del capuchón la «joya» muestra el conocido logo de Kaweco pero el clip no viene de serie y si lo quieres tienes que comprarlo aparte. La alimentación es con cartuchos de estándar internacional y a diferencia de a Sport admite cartuchos largos. El cuerpo no tiene agujeros de ventilación y me preguntó si podría ser usado como depósito de tinta. Quizas fuera entonces necesario añadir una junta de goma, o no, pues la rosca parece encajar con exactitud germánica.
En la Sport tengo un plumín M, y esta la elegí con plumín F. Ambos son igualmente suaves. La he probado con tinta Jacques Herbin «Vert de Gris» y deja un trazo fino y saturado, con el flujo adecuado de tinta y sin manchas ni sobresaltos. Tampoco parece ser propensa a secarse aunque su capuchón cierra a presión.
La Perkeo no viene en la elegante caja metálica que traía la Sport, pero también hay que entender que es otro precio. En su bolsa de plástico otro detalle simpático: la frase (en inglés) «que la tinta te acompañe» en un guiño travieso A los friquis de la «guerra de las galaxias»
En definitiva, una pluma con una relación calidad/precio estupenda con todas las virtudes de la Sport y que con los nuevos colores parece haber llegado a la «madurez». Una pluma todo terreno para usar todos los días.