Ladrones de lluvia

La prensa ha agitado de nuevo una de las mas recurrentes leyendas urbanas relacionadas con la aviación que consiste en creer que hay aviones que ‘desacen’ las nubes para evitar que llueva. Una cuantas consultas en la red nos permiten ver que esa misma noticia, publicada esta semana por El Mundo y Antena 3, fué motivo de atención por parte de Tele 5 en abril del 2005 y también del mismo diario El Mundo en 1996.

En una visita a Villanubla, a finales de los 70, en uno de los hangares había un avión civil, un bimotor que no recuerdo si era a hélice o reactor, porque lo que llamaba la atención era que estaba erizado de antenas y lleno de aparatos electrónicos.

Preguntamos y nos dijeron que se trataba de un programa de colaboración con una universidad americana que estudiaba la forma de provocar lluvia y evitar el granizo.

El experimento, similar a otros realizados en otras partes del mundo, consistía en meterse en las nubes y medir el diámetro de las gotas. Si aparecía un punto en el que se encontraba una gota interesante el avión llevaba unos aparatos capaces de dirigir una maniobra para volver exactamente al mismo punto de la nube donde se había encontrado, teniendo en cuenta el movimiento de la nube.

Sobre los principios para provocar la lluvia nos dieron una serie de explicaciones que yo intentaré repetir aquí, con la reserva de que no soy un experto en el tema y que después de casi treinta años, la memoria me puede fallar en algún detalle. Nos dijeron que las nubes son agua. Gotas muy pequeñas de agua. Cuando esas gotas se juntan forman gotas más pesadas y llega un momento que pesan demasiado y empiezan a caer. Llueve. Es decir, se produce lluvia a partir de un diámetro determinado de las gotas de agua. Para provocar la condensación de ese agua es para lo que se ‘siembran’ las nubes con determinados productos químicos cuyos cristales actúan como los cristales de la ventana donde se condensa el agua atrayendo agua y provocando la formación de gotas que engordan y caen.

Si lo que se congela son gotas pequeñas, nieva; pero si la temperatura desciende bruscamente y son gotas de agua las que se hielan, graniza. Estas gotas al caer van atrapando a otras gotas, si estas se van helando al tocar la bola de granizo a muy baja temperatura, la bola crece y se forma un pedrisco. Una forma de evitar el granizo es provocar la lluvia antes de que baje demasiado la temperatura.

Sobre la efectividad de estas técnicas, los científicos a los que preguntaros se mostraron escépticos. Dijeron que si existía alguna incidencia sobre las lluvias en una región, esta era muy pequeña y que como la cantidad de lluvia esperada no es un parámetro exacto, el error en la apreciación podía ser mayor que la incidencia. En la información recogida de diferentes fuentes hay diversidad de opiniones y pocos datos concretos, Normalmente cada uno cuenta la historia según le interesa.

Y luego apuntaron también que suele ocurrir que la combinación orográfica y el microclima de una zona hagan que las nubes pasen sobre una zona sin dejar lluvia para descargar en otra zona adyacente cuya orografía es mas propicia, por ejemplo porque las montañas detenga las nubes o las hagan subir a alturas donde el aire es mas frío y su agua se condense. Si en la primera zona se provoca lluvia de forma artificial, es evidente que esa lluvia ‘de más’ será ‘de menos’ en la zona adyacente donde habitualmente descarga lo cual ya apuntaban como posible origen de conflictos si se hiciera público.

A mi me pareció que estaban mucho más emocionados por la precisión con la que eran capaces de medir las gotas de lluvia en una nube que por el hecho de ser capaces de hacer llover, aspecto sobre el que como digo, eran muy escépticos.

Yo me imagino que tales programas de investigación no serian secretos y es posible que en la prensa de Valladolid de la época saliese algo. Ahora, visto lo visto, supongo que cualquier labriego que se enterase de algo vería confirmados sus mas profundos temores: Les robaban el agua.

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2 respuestas a Ladrones de lluvia

  1. carlos346 dijo:

    Medir las gotas de lluvia en vuelo, eso tie que ser complicado…

    Esta es una de tantas leyendas urbanas. En la siguiente entrega que se hable de las estelas de los aviones…

  2. Roberto Pla dijo:

    Pues no sé a que te refieres con las estelas de los aviones, no conozco ninguna leyenda Urbana asociada a ellas, pero ya megustaría, asi que a ver si me das mas pistas e investigo sobre el tema.

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