Los principios de Goytisolo

Hoy he leído en El Pais el articulo de Juan Goytisolo. Es curioso porque no suelo hacerlo con frecuencia y hoy precisamente hablaba de él. La verdad es que no he leido mucho de su obra y sé que vive en Marraquech, que tiene cierta fascinación por Marruecos y por la cultura árabe y ya solo por eso quería encontrar tiempo y un libro adecuado para iniciarme en su obra.
También leí hace un tiempo una curiosa entrevista en la que confesaba que a veces paseando por Marraquech oía a algún «iniciado» contar a un turista que «Goytisolo vive por aqui y yo mismo me lo he encontrado alguna vez…«, al tiempo que se cruzaba con él sin reconocerlo. Esta simpática anécdota e la que muestra a la vez su piedad y su desprecio por los pequeños necios que intentan crearse una imagen de «intelectuales» o que simplemente van de sabiondos, también me cayó bien.
Pero si hasta ahora hacia pequeñas marcas al lado de su nombre en la lista de autores por leer que pueden ser interesantes, el artículo de hoy me hará subrayarlo con lápiz grueso.
Cuenta que le han concedido el Premio Internacional de Literatura, por un jurado de hombres a los que considera justos e íntegros, pero que ha decidido no aceptarlo porque los 150.000 Euros del premio están financiados por la Yamahiriya Libia Popular Democrática, la dictadura de Gadafi.
Bueno, puede que el señor Goytisolo sea un hombre de principios o solo un chulo que puede permitirse el desplante y no necesita el dinero, pero a mi no dejan de admirarme las personas que actúan contra corriente, sobre todo cuando actuar así va contra lo que los demás llamarían «sus intereses». Principios, chulería o posición bienestante, que te ofrezcan esa cantidad de dinero y contestes «no gracias», hace pensar que quizás todavía hay personas de principios, que el dinero no lo puede todo y por tanto hay alguna esperanza para los idealistas de este mundo.
Desde luego ha captado mi atención y mi reconocimiento con mucha más fuerza que si hubiera aceptado el premio y se hubiera callado todas sus reflexiones.

Marrakech

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