Aunque dicen que «mal de muchos, consuelo de tontos», no queda otro remedio que decir que unos 75 paises en todo el mundo utilizan el cambio de horario para ahorrar energía. La unión Europea reguló en la Directiva 2000/84/CE de 19 de enero de 2001, incorporada al ordenamiento jurídico español por el Real Decreto 236/2002 de 1 de marzo con carácter permanente, las fechas de comienzo de la hora de verano y del horario de invierno. Estas fechas son, respectivamente, el último domingo del mes de marzo y el último domingo del mes de octubre.
Sin embargo hasta hace dos días la tele nos daba la paliza sobre si tales medidas eran buenas o malas y el desconcierto y desorientación que producen en gran parte de la población cuando todo el mundo sabe que gran parte de la población está habitualmente desorientada y desconcertada sin necesidad de que le cambien la hora.
Según la Wikipedia, el invento puede atribuirse a un constructor inglés llamado William Willett que concibió el horario de verano durante un paseo a caballo previo al desayuno pensando que la mayor parte de la gente se perdía la mejor hora del día. Como si no se pudiera perder el tiempo a otras horas, empezó a hacer propuestas de cambio de horario en verano en 1907, pero no sería hasta 1916 que se empezó a aplicar de forma oficial en algunos países.
Sobre los cambios de horario en España he encontrado una página que los explica exhaustivamente, incluidos los horarios oficiales de la guerra civil, con horas diferentes en ambos bandos, un aspecto interesante a la hora de estudiar las operaciones aéreas y los bombardeos sobre el que me hizo reflexionar mi amigo Miguel Santiago Puchol, «Miguelito el de las Bombas«, estudioso y erudito del tema. Lo he encontrado tan interesante que en previsión de que puedan retirarlo de la red, me he hecho una copia personal.
Y por último solo queda recordar el cambio de hora que hay que realizar mañana 29 de marzo a las 2h. en que moveremos la aguja para que el reloj señale las 3h. de forma que cada uno puede elegir entre seguir con el despertador a la misma hora y dormir una hora menos o dormir a pierna suelta y despertarse una hora más tarde.