Es posible que la principal utilidad de internet sea soñar. Al menos hay que ver la cantidad de horas que se pasa uno soñando de una página en otra. Ha bastado la mención a una página sobre turismo aeronáutico para que me pasase parte de la noche volando de un festival a otro en un ejercicio de imaginación que seguía, más o menos, el siguiente método en tres pasos.
Primero averiguar donde se produce el evento, independientemente de que sea una reunión de ultraligeros hidroplanos o un festival de aviones antiguos o una feria comercial de aviones usados. Todo lo que vuela vale. Indispensable usar Google Maps. Si está más o menos cerca comprobar los kilómetros y la ruta en coche desde Figueres. En algunas localizaciones se puede llegar hasta la entrada del Aeródromo y leer el cartel desde la utilidad de ‘vista desde la calle’. Si hace falta, se entra en Panoramio para ver fotos del lugar.
En segundo lugar comprobar si hay cerca un aeropuerto a donde vuele Ryanair desde Girona y cuanto costaría el billete.
Por último visitar la página del evento y comprobar el programa, los aviones presentes y otras curiosidades.
Al final, la mesa llena de babas, la cabeza caliente y la cartera fría. Pero soñar, ¡es tan bonito!.
Lo cierto es que el turismo aeronáutico es una actividad interesante. No hay más que consultar los calendarios de eventos y buscar por internet. Desde viajes preparados a Rusia o cualquier otro destino con visita a aeropuertos, paseo por la plataforma para hacer fotos incluido, a raids aéreos por Ãfrica o reuniones de propietarios de un modelo de avión, el espectro es muy amplio.
Y luego, naturalmente, los lugares de peregrinaje, las catedrales del aerotrastorno: Duxford y sus festivales anuales, de los que probablemente el más conocido es el Flying Legends o el festival de l’Amicale Jean-Baptiste Salis en el aerodromo de Cerny-La Ferté Alais en francia, al sur de Paris, por no mencionar los museos,…toda una pléyade de posibilidades.
No está de más estudiar los llamados «Programas alternativos», que incluyen visitas a la playa, monumentos o grandes almacenes en rebajas y que ayudarán a que nuestras «sufridoras» accedan a acompañarnos. No solo de aviones vive el hombre. (también hay globos, paracaídas, helicópteros..)