Hay quien considera que hacer muecas delante de un espejo es una actividad poco seria. Efectivamente lo es y precisamente por eso, resulta altamente recomendable.
La risa es un recurso terapéutico muy indicado para numerosas dolencias físicas y psíquicas y el humor es la farmacia siempre dispuesta para proporcionarnos ese remedio. Tener la capacidad de reirse de uno mismo y con uno mismo, osea eso socialmente tan denostado de ‘reírse los propios chistes‘ es como llevar encima un botiquín de urgencias.
Tampoco es cuestión de exhibirse frecuentemente en medio de un arrebato de autodiversión. No es que la gente sean unos muermos, pero aunque podamos abstraernos momentáneamente de la realidad, no es prudente evitarla constantemente y en el mundo real la cordura y la locura, el respeto, el crédito y la opinión se ven fuertemente influidos por la apariencia externa y los modales. Una cosa es ser independiente y otra, asocial.
El otro día estuve explorando las utilidades que acompañan a la QuickCam, una webcam de Logitech que compré en la Campus Party. Y estuve haciendo pruebas con unos efectos de vídeo que deforman la imagen. Pensando en como aplicarlo a la caricatura, me puse a hacer muecas y ‘poner caras’ autofografiándome en cada una de ellas. Esta imagen es parte del resultado visible y puede que de aqui salga algún que otro dibujo, pero la mejor parte me la llevé divirtiéndome como delante de un espejo. ¿Tenéis una webcam? Haced un poco el payaso, divertiros y reír con vuestro mejor amigo.
Que favorecido sales!!
Tienes que probarlo, a ti casi ni te haría falta hacer muecas,…:-)