Archivo de Ávila

Aprovechando el fin de semana en Madrid, el viernes fui al Archivo General Militar en Avila. Tenía interés por ver si encontraba entre la documentación de la 132 Brigada Mixta, alguna referencia a mi abuelo que según la escalilla de Infantería a 1 de julio de 1938 estaba destinado en esa unidad como capitán.
El ambiente a la entrada del histórico edificio me pareció algo decrépito. Puertas y estancias parecian no haber disfrutado de una remodelación en muchos años y todo me recordaba un colegio de curas de los años sesenta.

AGMAV

Por suerte esta primera impresión se disipó inmediatamente con un recibimiento amable y cordial por parte del personal alli destinado. Me facilitaron los índices de la división ‘DR’ es decir lo que antes se llamaba la ‘Documentación Roja’ y ahora es la ‘Documentación Republicana’. Alli encontré lo que buscaba, la documentación de la 132 BM. No mucha, por cierto. También aproveché para pedir informacion sobre los campos de aviación de la zona de Figueres.
La consulta de documentos se realiza por varios sistemas, algunos documentos están microfilmados y te sacan el rollo y hay que consultarlo en el lector de microfichas e ir anotando aquellos de los que quieres reproducción. Otros documentos se consultan a través de una aplicación informática que permite búsquedas por palabras y presenta una lista con los resultados. Desde esta lista se puede consultar la ficha del documento y si está digitalizado ver su imagen. En caso de que se desee obtener copia, se pulsa un botón marcado con una impresora y la referencia pasa a la cola de impresión.
Un sistema cómodo y moderno, al que yo le pondría como unica pega que se trata de una aplicación interna del archivo y que su auténtica utilidad sería que fuera accesible desde la red. Y es que el sistema es moderno, pero no tanto.
Lamentablemente también, una mañana no da para mucho y menos cuando no se conoce el sistema. Para cuando el amable personal del archivo consiguió explicarme como manejar los programas y yo conseguí hacerlo sin equiocarme había pasado la mitad del tiempo disponible y a pesar de que aún siendo viernes no me agobiaron para cerrar, tuve que rendirme al reloj y dejar muchas consultas en el tintero, aunque dejé una lista de documentos que espero impaciente me remitan por correo.

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