Mercedes se apuntó a un curso de repostería cuyas sesiones son una vez al mes a lo largo deeste año. Tienen lugar en Barcelona, en el Museo del Chocolate en la Calle comercio. Así es como se enteró de que entre las actividades para adultos del Museo -que acoge también a la escuela de pastelería del gremio- había programada una «cata a ciegas de chocolate». Y nos apuntamos.
El día señalado era el sábado 7 de marzo y al llegar nos reunimos con el grupo de asistentes en un aula de pupitres escalonados, donde nos proporcionaron vendas para los ojos y nos explicaron el desarrollo de la actividad.
Esta consistía en degustar diferentes tipos de cacao con los ojos vendados, a fin de potenciar la participación de otros sentidos en la experiencia especialmente el olfato. Además el propio director del Museo que conducía la actividad nos fué dando explicaciones sobre el origen del cacao y sus variedades.
Las muestras que probamos, según nos dijeron, no se encuentran en el mercado y habían sido preparadas expresamente para la cata, a excepción de un cacao criollo de Tabasco, de calidad excepcional procedente de la Hacienda La Joya en México, este producto, de producción escasísima solo lo vende en España Cacao Sanpaka, una fábrica con franquicias de venta que os recomiendo visitar. Desgraciadamente la de Girona la cerraron.
Las sensaciones son muy difíciles de describir. Sabores picantes, ácidos, ahumados, con aromas de canela y especias,… una de las cosas que me gusta del cacao son las muchas variedades que puede adoptar su sabor.
En definitiva esta fue una interesante experiencia que , bien sea en el museo del chocolate en Barcelona, o en otro sitio donde se organiza, si tenéis ocasión de asistir os recomiendo vivamente, aunque la culturilla sobre el cacao y el chocolate pueden adquirirse en internet, las sensaciones y los sabores aun son difíciles de transmitir en un blog.