En el diario de hoy leo que en Barcelona unos ultras queman fotos de Carod Rovira. Parece que es una respuesta a las diversas acciones de otros grupos de descerebrados que quemaban fotos del Rey. Supongo que ninguno es tan descerebrado como para oponerse al capitalismo quemando billetes. Ya lo decía mi abuelo: «Tontos, tontos, …pero ninguno se la machaca con dos piedras».
No entiendo bien la manía que le da a la gente por quemar las imágenes de lo que desaprueban. Sin duda es una reacción atávica relacionada con la magia del fuego, algo primitivo e irracional. Los santeros dl vudú lo deben entender y Torquemada es posible que incluso lo aprobase. Yo no puedo nada más que lamentarlo como una manifestación mas de la inacabable estupidez humana.