Leo en Twitter:
Me pica la curiosidad. Lo de Calamaro me suena de algo, pero la verdad es que no tengo ni idea de quien es ni que ha hecho. Google me ofrece una respuesta en el primer lugar de las respuestas a mi búsqueda. Se trata de un artículo de 20 minutos en el que explica que el tal Calamaro es un cantante Argentino que ha cerrado su cuenta en Twitter.
Da toda la impresión de que haya esperado a tener 100.000 seguidores para llamarles gilipollas por seguirle y dejarlos con un palmo de narices
Respondo al tweet de @Potachov:
Ahora no sé si he sido completamente sincero. Como individuo básicamente amusical el tal Calamaro en su vertiente profesional me la sigue trayendo al pairo, pero su faceta de persona con aparente necesidad de autoafirmación, bronquista vocacional o hábil manipulador de la atención, si que me interesa un poco, y el fenómeno en sí y la reacción que producirá me resulta sumamente interesante. Lo de apuntarte a Twitter para insultar a tus clientes/fans es una técnica nueva que no dudo pasará a formar parte de los libros de marquetin y de la literatura sobre redes sociales.
Finalmente @Potachov sentencia:
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