Desnudarse está muy bien cuando la ropa te molesta, pero sentarse en una silla de anea con la sensible piel de las posaderas sobre la áspera fibra vegetal para comer con cubiertos o empujar un carrito por el supermercado en bolas es una estupidez supina, o mejor dicho, lo que es una tontería llana y simple es calificar a esta actitud de ‘naturista’. Convertir el hecho de desnudarse en una ideología, es antinatural.
Esos pretendidos naturistas se consideran víctimas de la sociedad ‘textil’ y despojados de casi toda la ropa -es frecuente conservar unas alpargatas- han llegado a todo el contacto con la naturaleza que pretendían. Si no se hace ese excesivo hincapié en el contacto con la naturaleza, se llaman «nudistas«, que consiste precisamente en eso, en ir desnudo.
A mi me gusta tomar el sol y bañarme sin intermediarios: sin más complicaciones. Asumo que si estoy en un lugar público pueden verme y ello no me molesta en absoluto, como no me molesta que me vean vestido. Lo que se ve de más cuando no llevas ropa es algo que todos tenemos y no debería sorprendernos. La determinación de que una parte de nuestro cuerpo y no otra es impúdica es algo cuando menos, sorprendente.
12/09/2005, Mercedes y yo bañándonos, completamente desnudos, en Menorca
Vivir en sociedad implica unos límites que casi siempre podemos compatibilizar con nuestro propio albedrío sin necesidad de avasallar a los demás. Además, el sentido del pudor es algo muy personal que frecuentemente no se atiene a razonamientos y que se encuentra muy dentro en el círculo de la intimidad y la privacidad. La violencia que se ejerce contra ese sentimiento, exponiendo a una persona contra su voluntad o imponiéndole una presencia que le resulta desagradable supone una grave falta de consideración y de respeto hacia la persona.
Mis opiniones no son contra los ‘naturistas’, que suelen ser personas tolerantes. Suele ser más frecuente que sean los que van vestidos los que pretenden imponer su punto de vista. Mi opinión es que las opiniones no deben imponerse a nadie.
Disfrutemos de ellas sin ejercer violencia sobre los demás, el mundo es amplio y cabemos todos y lo que hace que quepamos más a gusto es el respeto mutuo, no un poco más o menos de ropa.