Siguiendo nuestro particular programa gastronómico Figuerense, este sábado día 2, teníamos encargado un Vacío en el restaurante argentino del mismo nombre.
A pesar de la decoración lóbrega del local, en el mismo se sirve una carne excelente que Manuel, su propietario, hace sacrificar y corta al estilo argentino para hacer asados, matambres, chorizos y morcillas que requieren entusiasmo en el comensal y provocan rendida admiración de quien los prueba.
El vacio, es un corte de carne ubicado en la región lateral del cuarto trasero de la res, entre las costillas y la cadera. Da nombre al restaurante y es la especialidad de Manuel, un excelente anfitrión que domina la gastronomía de su tierra.
Sentados a la mesa, la cosa empezó, como siempre, con un poco de matambre y unas empanadillas exquisitas.
A las ya excepcionalmente abundantes raciones de carne se añadió la deserción de dos comensales por lo que el asado preparado para seis tuvimos que atacarlo solo entre cuatro. Aunque siempre es posible regar con vinos argentinos, nosotros elegimos el de la casa, un vino extremeño que hizo perfectamente los honores.
Después de rendirnos ante el Vacio, hubo que probar el chorizo y la morcilla. Después de aquello tuvimos que recurrir al alcohol nacional –orujo– para empezar a digerir lo que habíamos comido.
Aunque la ocasión lo merecía, se nos olvidaron las cámaras pero podeis creerme si os dio que el espectáculo era magnífico y que realmente, si pasais por Figueres, no podeis dejar de visitar “El Vacio” en la calle Tapis para disfrutar de la cocina argentina.
Actualización 12/10/2007 : Hace un par de semanas intentamos volver al «Vacio» y nos llevamos la sorpresa de que se ha convertido en «La cueva Bolibiana». La semana pasada cenamos allí para probar y creo que no repetiremos la experiencia. No es cuestión de que la comida sea humilde -que lo es, y además baratísima- es que no está bien hecha, rezuma aceite y grasa y no siempre está a la temperatura adecuada para comérsela. En definitiva una experiencia completamente prescindible. Ni idea de donde se ha metido Manuel, que regentaba «El Vacio».