Ayer llegamos a Nueva York. Embarcamos en Barcelona en el vuelo de Delta Airlines DL095 sobre las 10 de la mañana y pasamos ocho horas en el avión. A pesar de mi dolor de espalda el viaje no fue muy desagradable, e incluso llegué con la espalda algo mejorada y bastantes esperanzas de pasarlo bien.
La noche anterior había reservado por Internet un par de plazas en una furgoneta compartida que debía dejarnos en la puerta del Hotel. Lo hizo después de tenernos unos tres cuartos de hora en el Aeropuerto buscando más clientes y de darnos una vuelta inexplicable por Manhattan dejando a todo el mundo antes que a nosotros durante dos horas. No obstante abstraídos por aquella inesperada gira turística a la ciudad en furgoneta, nos lo tomamos con filosofía y ya reclamaremos en su momento a la empresa.
Nuestro hotel, en Mansfield tiene una pinta estupenda. El recibimiento fue fantástico. Enrique, el botones y la mayor parte de los empleados hablan español habitualmente entre ellos, así que estamos como en casa. La habitación es algo pequeña, pero limpia y acogedora.
Dejamos el equipaje y salimos a pasear ansiosos de tomarle el pulso a la ciudad. La palabra es impacto. Cuando llevabamos apenas cuarenta minutos de recorrido le comentaba a Mercedes que jam’as en mi vida habia sentido una serie de impresiones tan intensas tan diferentes y contradictorias en tan poco tiempo.
La primera es el vértigo de las dimensiones. Aqui todo es colosal el cuello se te parte mirando hacia arriba y siento un vértigo y una sensacion de pequeñez sobrecogedora. Este colosalismo ofrece paradojas sorprendentes. Al llegar paseando a una iglesia neogótica nos dimos cuenta de que era San Patricio, la catedral de New York y no nos pareció muy grande. Al entrar dentro nos asombraron sus enormes dimensiones que en el exterior quedan empequeñecidas por los rascacielos.
Cerca de nuestro hotel está en Bryan Park, a espaldas de la Biblioteca Pública de la ciudad. el parque es como un oasis en medio de la mega urbe con sillas y mesas donde la gente se toma los capuchinos o consumiciones que ha adquirido en los cafés próximos. Tambien hay un area dedicada a la lectura, con estanterias de libros que la gente toma y lee en las mesas próximas para después devolver a su sitio.
Al llegar a Madison Avenue, nueva sorpresa. La calle estaba cortada al tráfico y habían instalado un gigantesco mercadillo donde era posible comprar comida, camietas, bisutería, alfombras o bolsos entre muchas ortas cosas. Mientras paseábamos comimos una empanada de espinacas con queso, carne de pollo en brocheta, maíz tostado y un vaso de zumo de postre. Era nuestra cena, a las 19:00 horas locales, aunque para nosotros era la una de la madrugada de un día muy largo. Vimos muchas cosas y no quisimos enloquecer comprando, aunque nos quedamos con la duda de si luego encontraríamos otra vez las cosas que nos habían llamado la atención o las encontraríamos a los mismos precios.
No obstante nuestro agotamiento, seguimos asombrándonos, llegando a otra Iglesia que hay algo mas arriba de San Patricio y visitando finalmente el Rockefeller Center despues de pasar frente al Radio City. En la plaza del Rockefeller Center tuvimos el arranque de subir a la terraza del edificio: «The deck of the Rock» y admirar desde alli una vista nocturna de los edificios circundantes.
Llegamos de nuevo al hotel agotados. Querría haber venido a ver la conexión a internet, pero me faltaban las fuerzas. Me costó aún desvestirme y tomame las pastillas para el dolor de espalda que me había respetado todo el día. La cama resultó ser demasiado blanda, he pasado una noche fatal y me he levantado con un fuerte dolor, como el peor de los días. Nos hemos tomado unos capuchinos que he bajado a poner en el autoservicio del Hotel y he comprobado que llovía un suave «chirimiri» que parece estar regando la ciudad.
Como no tengo una conexión USB no podré enviar fotos Una lástima. También llegan estas crónicas antes que las del viaje a Oxford e incluso a Marruecos pero tengo la impresión de que si no voy transcribiendo las cosas que veo no voy a ser capaz de retenerlas en la memoria.
13/08/2007 New York 07:14 am EST