No, por favor, ningún peligro acecha al reino alahuita. Lo que está en el aire es nuestro programado viaje a ese maravilloso país.
Aprovechando la oferta de lanzamiento por parte de Ryanair de los nuevos vuelos desde Gerona a Marrakesh, habíamos sacado billetes para ir con nuestros vecinos a visitar Marruecos durante unos dias.
El plan consistía en ver Marrakesh, hacer una excursión a ver los oasis del desierto y antes de regresar visitar Essaouira en la costa atlántica. Estábamos bastante eufóricos porque ya habíamos comprado los billetes y nos salían por 314 euros ida y vuelta los cuatro.
Según la prensa, el inicio de los vuelos por parte de Ryanair ha quedado aplazado, en principio, hasta el año que viene. Dice que se debe a que España no ha ratificado el tratado de «Cielos Abiertos» con Marruecos, pero ese tratado se refiere a la realización de vuelos de observación para verificación del desarme, así que debe ser por otra cosa. El caso es que nuestro billete no han llegado a cargarlo en la tarjeta ni nos han enviado el mensaje de confirmación.
Nos queda una leve esperanza de poder volar con Atlas-Blue, la compañía de bajo coste filial de Royal Air Maroc, aunque con el inconveniende de que los vuelos salen de Barcelona, en lugar de Gerona.
Durante mi anterior estancia en Marruecos, hace
la friolera de veinticinco años, comiendo Cus-Cus
con unos cadetes marroquies en uno de los
banquetes en tienda con los que nos agasajaron.
Dos noticias, una buena y otra mala. La buena es que Miguel Angel ya ha sacado los billetes para Marrakesh con Blue-Atlas y nos salen al mismo precio que los que habíamos sacado.
La mala noticia es que precisamente hoy Ryanair ha cargado el importe de los billetes en mi cuenta, al mismo tiempo que retira de su web toda referencia a los vuelos Girona-Marrakesh. Sospecho que la devolución no seá de oficio y que tendré que pasar por el calvario de los «servicios de martirización del cliente».