Volar al Sur

La caricatura es difícil. Se trata de deformar la realidad, exagerando los rasgos característicos de lo caricaturizado, pero conservando la similitud que permita la identificación.
Al menos en la caricatura de aeronaves no corre uno el peligro de que el modelo se agarre un cabreo de narices al verse retratado de forma grotesca. A mi no me gusta que me pidan que haga caricaturas, porque mi capacidad en ese campo es limitada y solo algunas veces, casi siempre de forma casual, me sale algo mínimamente reseñable.
En mi página de Flickr tengo una serie de dibujos titulada «Garabatos» que recoge esos dibujos espontáneos que hago mientras escucho a alguien hablar por teléfono, estoy aburrido o tengo una fuga inspiración. Casi todos están hechos en hojas de papel cuadradas del bloque de papel para notas de mi mesa de despacho.
Entre ellos hay fantasías, escenas oníricas, surrealistas, abstractas, y otras muchas sin sentido ni clasificación posible. Y por supuesto, algunas producto de mi aerotrastorno. Entre ellas una caricatura de un Blanick. El L-13 Blanick es un velero de escuela, de construcción metálica muy popular porque se ha usado en las escuelas oficiales en España durante mucho tiempo, debido a su robustez y excelentes características de vuelo. De hecho es el modelo en el que aprendí a volar en Ocaña, hace algo más de treinta años y en el que tengo una gran parte de mis algo más de doscientas horas de Vuelo sin Motor.

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El vuelo a vela es sin duda alguna la forma de vuelo más placentera. Solo los conocimientos del piloto para explotar lo que la naturaleza y la aerodinámica le ofrecen permiten la navegación aérea y una sensación de libertad absolutamente embriagadora. En la modalidad de vuelo ‘a térmica’ el piloto intenta mantener su avión dentro de una masa de aire caliente, de forma que el avión desciende dentro de esta masa a menor velocidad de la que la masa de aire asciende, resultando un movimiento de ascenso respecto al suelo. Cuando los instrumentos no eran tan sofisticados como los que existen ahora, uno de los indicios sobre la posible ubicación de una térmica, completamente invisible por otra parte a la vista, era la formación de cúmulos. El vapor en el aire de la térmica, al llegar a una capa más fría, se condensaba formando el cúmulo y delatando la térmica.
Por eso en mi dibujo el bendito Blanick se retuerce con sonrisa de felicidad en un fuerte viraje sin perder de vista el cúmulo.
Esta imagen parece que les gusto a los responsables del Club ‘Volar al Sur‘ que andaban a la búsqueda de un logotipo. Me pidieron permiso para usarlo, un detalle de caballeros, ya que la licencia «Creative Commons» bajo la que se encuentra publicado en Flickr ya se lo permitía. Yo, abusando de su amabilidad, les puse una condición de cumplimiento voluntario: Recompensarme con un vuelo, realizable cuando me pase por aquellas tierras andaluzas. Al mismo tiempo les autorizaba a realizar las modificaciones necesarias para que en su versión apareciera el Blanick EC-CGC que usa el club en sus vuelos. Accedieron de forma entusiasta y este es el resultado:

Dibujo Original Logotipo Club

El Blanick de mi dibujo luce un registro de 1966 que realmente perteneció a un avión de ese tipo, el EC-AXY, (cn 173109) . No recuerdo porqué elegí esta matricula, puede que tras consultar mi cartilla de vuelos fuera uno de los que volé. El EC-AXY sufrió graves daños en Monflorite en 1986, aunque debió ser reparado ya que más tarde obtuvo el registro militar UE.17-1, según los datos que he encontrado en rnac.

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