Y vacaciones. Pero sobre todo este blog permanece cerrado hace unos días por un terrible catarro de su autor que básicamente consiste en que los sesos, derretidos y de un color que no describiré para no herir a los espíritus sensibles se me salen por la nariz entre espasmos, toses y otros ruidos más desagradables.
El año tiene muchas semanas, pero como habría supuesto Murphy, si solo puedes estar acatarrado una, está será, sin duda alguna la peor y la más inoportuna. Yo todavía puedo consolarme pensando que si bien mañana inicio un viaje de 750 Km. en tal estado, al menos llevaré al volante a dos excelentes conductoras.
La semana que viene espero poder encontrar una wifi o poder gorronear una conexión a la red para publicar la serie de artículos navideños que me rondan por la mente y que responden a la idea general de ‘Como acabar de una vez por todas con la Navidades…tal como la conocemos’. Permanezcan atentos a estas pantallas.
Eso, eso, a ver si acabamos de una vez con el borrachuzo ese de la barba blanca y vestido de rojo que se va riendo de todo el mundo. Firmado:Melchor