Llevo desde mediados de abril sin escribir. Un periodo de carencia bastante largo que para los escasos -pero muy apreciados y fieles- lectores de este blog requiere una explicación.
Supongo que los blogs como todas las cosas tienen su inicio, su apogeo y su final. He visto desaparecer algunos blogs y comprendo perfectamente a sus autores, aunque siempre me causa una cierta sensación de pena, salvo cuando se cierra un blog para abrir otro, porque entonces la idea de renovación que rebosa, desprende un halo de vitalidad. La vida es cambio.
Yo no tengo intención de dejar que “Lo Marraco” desaparezca pero -a los hechos me remito- necesitaba un descanso. Había pasado del propósito de escribir cada día convertido en un artículo cada dos o tres, al de escribir al menos una vez a la semana y no quisiera acabar como en el catecismo haciéndolo “al menos una vez al año por Pascua Florida”.
No ha sido un periodo de reflexión premeditado ni un silencio autoimpuesto. Ha ido saliendo día a día una carencia en las necesidades de escribir y un requerimiento de atención a otros aspectos de mi “vida interior”. Muchas de las meditaciones que han florecido durante estos días se reflejarán en artículos venideros y otras quedarán como bagaje del autor.
Aunque en otros periodos de silencio las fotos de mi cuenta en Flickr han ido reflejando una crónica de mis actividades, este mes las fotos han sido también escasas.
He aprovechado para acabar una tarea que se prolongaba bastante, la lectura del libro de Dan Allen “Organízate con eficacia” (ISBN-13:9788495787163 , las siglas de cuyo título original en inglés “Getting Things Done” dan nombre a un sistema de gestión personal que estoy intentando poner en marcha para poner algo de orden y más “productividad” en mi vida.
Algunos amigos han comentado sin privarse de la media sonrisa maliciosa que quizás es un poco tarde para adquirir buenos hábitos, y otros han sugerido que podía haber empezado antes o por el contrario piensan -y dejan que se les note- que eso de los sistemas personales es como las dietas milagro, un engañabobos no apto para consumo de gente seria.
Yo por el contrario pienso que nunca es tarde si la dicha es buena y que lo triste no es ser mediocre sino resignarse a la mediocridad. Y sobre los “sistemas”, sea cual sea su finalidad, esta claro que no hay nada perfecto y lo peligroso es creer lo contrario y entregar tu alma a una sola idea en vez de ir enriqueciéndola con las ideas que encuentras, después de filtrarlas, analizarlas, y adaptarlas a tus circunstancias.
Personalmente tengo muy claro que ningún sistema de gestión del tiempo es remedio para el que o se olvida de apuntar un evento o cuando lo apunta, se olvida de consultar la agenda. El despiste es algo que me acompaña demasiado tiempo como para pensar que se vaya a esfumar con unas pastillas o cualquier otro remedio milagroso, pero sean cuales sean nuestros defectos, podemos abandonarnos a ellos o luchar por mejorar y superarlos. Es más entretenido luchar que revolcarse en la autocompasión. Y yo elijo divertirme e intentarlo. Creo que eso es, simplemente, vivir.
Registrarse
Archivos
-
Entradas recientes
Comentarios recientes
Categorías
Pingback: Bitacoras.com