Con inmenso dolor y tristeza tengo que comunicarnos que han destrozado una parte de nuestro patrimonio histórico. Este vergonzoso triunfo del fanatismo y la estupidez ya ha sido condenado por los amantes de la historia, la Asociacion de aviadores republicanos, y lo será por las pocas personas sensatas que hay en este país tan triste que nos está quedando.
La lápida, que había sufrido daños anteriormente, conmemoraba el fallecimiento en las proximidades del piloto alemán de la Legión Cóndor Friedrich Windemunth, abatido por el piloto republicano Josep Falcó en el que sería el último combate aéreo de la guerra civil española. Residente en Tolouse y fallecido hace unos años, Josep Falcó, hasta muy avanzada edad, cuando nos visitaba, pasaba a poner unas flores y limpiar el monumento en memoria del que había sido su enemigo, hacía el cual -como el gran caballero que era- solo le oí palabras de respeto.
Sabiduría y sentido común de aquellos que pasaron una guerra y aprendieron la importancia de no repetir los errores. A los cretinos que hoy se obstinan en repetir estos errores, espero que no les alcance el desastroso efecto de sus actos, que sería la desgracia para todos, aunque tengo la esperanza de que en esa u otra circunstancia triunfará contra ellos la verdad, la justicia y la libertad.