Aun siendo el día de los Santos Inocentes me he atrevido a quedar con mi amigo Miguel Puchol porque es una persona seria y en su apretada agenda de auditor de cuentas solo le quedaba esta mañana. De hecho habíamos hablado en la lista de correo de Arqueología militar que iríamos a ver unas fortificaciones de la guerra civil que había descubierto Paco Pepe en la carretera de Aguilas a Mazarrón, pero Miguel no podía dedicar la mañana a eso y ha prometido compensarme con una interesante visita.
Y realmente ha sido interesante, después de encontrarnos, darnos un abrazo y disfrutar un ligero almuerzo murciano, me ha llevado a La Casa del Mapa, en la Plaza de las Balsas 1.
Antes de entrar en materia comentaré que Miguel es popularmente conocido entre los amigos como ‘Miguelito el de las Bombas‘, no por que tenga alma de dinamitero sino por sus conocimientos eruditos sobre los bombardeos durante la guerra civil. Miguel tiene algo que yo le envidio profundamente, que es una memoria precisa para todos los detalles y puede recordar un bombardeo citando la fecha, las unidades de las que procedían los aviones que efectuaron la operación o los nombres de los tripulantes, los daños, los heridos y fallecidos…algo asombroso para alguien como yo que me cuesta retener todos esos detalles y que de hecho sin mis notas estoy perdido.
21/09/2005. Los Alcazares – Miguel Puchol, pleno de conocimiento, derrochando datos en pleno trance, durante su inolvidable charla del curso de verano ‘La Aviación en la Guerra Civil’ en cuya organización participaba nuestro común amigo Marcelino.
En el curso de verano sobre la aviación en la guerra civil en Los Alcázares en 2005, nos ofreció una amena e interesantísima charla en la cual nos comentaba una sucesión de fotografías con mil detalles sobre cada una, relacionándolas unas con otras y con las diferentes operaciones de bombardeo con un virtuosismo y un dominio del tema asombroso y admirable.
En mis investigaciones en el archivo italiano del Ufficio Storico, su experiencia y su consejo han sido una de las claves del excelente rendimiento que saqué a la visita y después de aquello hemos hablado de prácticamente formar una ‘cooperativa de datos‘ para ‘saquear‘ -en mejor de los sentidos- toda fuente de datos a nuestro alcance y compartir el botín como corsarios al servicio del conocimiento.
Volviendo a la casa de los mapas hay que decir que es un organismo del Centro Nacional de Información Geográfica, dependiente del Ministerio de Fomento y que básicamente funciona como una biblioteca y como una tienda de mapas, cartas náuticas (no vi referencias a cartografía aeronáutica), fotografía aérea, atlas, mapas en relieve y puzzles y otros objetos relacionados con la geografía y la cartografía.
Una auténtica cueva de Ali Babá cuajada de tesoros donde pasar interminables horas dejando los ojos en mapas y fotografías, un recurso valiosísimo para cualquier investigación que deba ser georeferenciada, ya que por mucho que Google Earth y otras herramientas disponibles en la red sean una ayuda rápida y accesible, al final hay que ir al mapa ‘de verdad’ donde se encuentran todos los datos geográficos. Su auxilio es tan necesario como el del diccionario para el estudiante porque proporciona información exacta y completa.
Sin duda alguna mis paseos murcianos me llevarán muchas veces más por la calle San Antonio a este bello palacete de la Plaza de las Balsas, tan magníficamente acondicionado en todos los aspectos.