La opinión del cliente

Hace unos días escribía sobre lo difícil que es hacerse una opinión sobre si un determinado servicio o producto es bueno o malo. Apuntaba lo ‘raras’ que pueden resultar a veces las opiniones de los consumidores.

Frecuentemente las intenciones que han llevado a expresar la opinión sobre un producto son consecuencia de una euforia o una pasión momentánea, producida por la alegría de contar con el objeto del deseo o la rabia al encontrar en él un defecto. Siempre procuro desechar las opiniones extremas o evidentemente mal fundamentadas para quedarme con los comentarios más moderados.

Sin embargo hay veces que se encuentran auténticas perlas de la literatura entre estos comentarios. El otro día buscaba información sobre vuelos a Nueva York y alojamiento en esa ciudad. Estamos pensando con Mercedes en ir allí unos días este verano para celebrar nuestro veinticinco aniversario.

En una web de viajes encontré una oferta para pasar la noche de San Juan en Torremirona. Me llamó la atención porque Torremirona es un campo de Golf y urbanización que está a unos siete kilómetros de Figueres y allí viven nuestros amigos Emilio y Begoña. También tiene un hotel y un gimnasio al que acuden muchos compañeros de trabajo.

No me fijé si la oferta parecía interesante, puesto que no pensaba considerarla, pero lo que me llamó la atención fué el comentario de Sergio:

21/05/2007 Sergio: Todo fantástico! El hotel muy bonito. El pueblo es pequeño, con casitas blancas, justo al lado del mar. Como un plueblo (sic) pesquero. Todo muy muy romántico.

¿Un pueblo pesquero?, ¿Justo al lado del mar?, ¿Casitas blancas?, el comentario es delirante. Sergio debió disfrutar de lo lindo, pero no salió de la habitación, suponiendo que haya estado alguna vez en Torremirona, Navata, Alt Empordà,… porque como puede apreciarse en la imagen y comprobar en algún mapa o en Google, de Navata al mar hay 21 kilómetros.

Navata

Lo de las casitas blancas no tengo idea de donde puede haberlo sacado a menos que se haya confundido de pueblo en alguna web o que haya visto la fachada del ayuntamiento. Pero lo de los pescadores….Sergio tiene que ser un cabroncete, que se pasó todo el fin de semana ‘colocado’ o ‘amando intensamente’, pero desde luego, el comentario, se lo ha inventado. ¡Para que te fies!

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