Un año más, como otros productos estacionales, han vuelto las plumas caligráficas a las Tiger-Stores, esas tiendas de origen danés de productos de origen chino, llenas de chorradas encantadoras para que siempre que entres compres algo, aunque solo sea de un euro.
Me resulta curioso que estas plumas se consideren un producto estacional y precisamente navideño, pero desde 2014 que compré las primeras, la pauta se ha repetido cada año. En el mes de noviembre aparece este estuche de plumas, aunque no en todas las tiendas, y nunca se repone, cuando se acaban, se han acabado. Hasta el año que viene.
El producto es sumamente interesante. Se compone de una pluma completa con plumín M y tres puntas más con plumines de diferentes grosores. Añade cuatro cartuchos de tinta azul (¿Por qué azul?). El precio es sumamente competitivo: tres euros.
Aunque las características básicas se han mantenido, algunos detalles han ido cambiando. El precio subió los primeros años, pero estos dos últimos ha sido de tres euros. El conjunto de 2014 tenía incluso un convertidor.
Cuando las encontré la primera vez había empezado a escribir de nuevo con pluma y con ello reapareció mi interés por la caligrafía. En principio no parecía muy práctico tener una pluma que cada vez que querías cambiar de grosor de plumín tuvieras que cambiar la punta y entintarla.
Pero el precio de este conjunto me mostró la solución: comprar tres o cuatro conjuntos para cada color de tinta que quisiera tener en uso. Decidí que tres sería suficiente, porque el plumín M es muy común.
Actualmente tengo un buen numero de estas plumas, casi nunca las compro de una en una, sino que hago acopio para el año, pero tengo bastantes sin estrenar. De hecho este año no he comprado ninguna.
Como estilográfica, y dado su precio es fácil deducir que no estamos ante ninguna maravilla. Pero cumple su función. Los plumines son aceptables en su deslizamiento sobre el papel y su flujo de tinta. Son de tipo ‘caligráfico’ de forma que según la inclinación de la linea de la punrta con respecto a la linea de escritura y la direccion del trazo, varía el ancho del mismo. Los contornos redondeados de la punta de los gavilanes permite algunas licencias que facilitan su uso a los poco expertos en este tipo de escritura.
No conviene dejar las plumas mucho tiempo cargadas, si pasa algún tiempo sin uso, puede secarse la tinta en el plumín, pero siempre lo he arreglado humedeciendo el plumín bajo un suave chorro de agua. El sistema de carga por cartucho estándar es cómodo. Yo relleno los cartuchos con jeringuilla y uso habitualmente tintas de Diamine en tintero. El plástico del capuchón es el punto débil habitual de las plumas baratas. Su uso continuado produce holguras y estas hacen que se pierda la estanqueidad y se seque la tinta del plumín con más facilidad. Haciendo un uso intensivo de la pluma esto puede tardar entre uno y dos años.
Algunas de mis plumas Tiger me han durado más de dos años en perfectas condiciones y en ese sentido creo que son mejores que otras de su mismo precio. Les tengo un gran cariño y espero seguir usándolas mientras Tiger-Store las siga teniendo disponibles. Si se pudieran comprar durante todo el año, o al menos se incluyeran con los productos de material artístico, escritura o en la campaña escolar, sería estupendo.
Naturalmente recomiendo a quien quiera empezar con la caligrafía y no quiera hacer un gasto excesivo que compre tres estuches para tener tres grosores de pluma entintados y practique con ellos. Tiempo habrá cuando quiera avanzar en sus habilidades de comprar plumas más caras.
También a aquellos que quieran dar un toque especial a sus postales navideñas o a las etiquetas de sus regalos. Una escritura elegante con el color de tinta adecuado realza cualquier regalo y muestra a su destinatario que quien se lo regala ha puesto un interés especial y un detalle personal de cariño al prepararlo, más allá de la mera transacción económica de la compra. Claro que el propio estuche también puede ser un buen regalo.