Como suele suceder con los temas que zarandean los medios todos vivimos inmersos en las imágenes, los comentarios y las noticias sobre la famosa crisis.
Parece ser que lo importante es si quebrarán algunas empresas de usura o perderán el trabajo los albañiles o si podremos pagar la hipoteca -el que tenga una- porque nuestra empresa quebró porque no le dieron un crédito porque uno que había perdido su trabajo no pagó la hipoteca.
Vaya cosa. Parece que todo está interconectado y si unas cuantas empresas de usura quiebran podemos perder nuestro trabajo, dejar de pagar nuestra hipoteca y perder nuestra casa. Nos vemos en la calle con una mano delante y otra detrás. ¿Cal es la solución?. Parece ser que el gobierno debería tomar cartas en el asunto, al fin y al cabo debe preocuparse del bienestar de los ciudadanos y de los intereses comunes, aquello que llamábamos el bien público.
Tranquilidad. Dice el gobierno que no hay de que preocuparse, que se van a ocupar de todo y van a meter algo del dinero que les pagamos en impuestos en algunas empresas de usura y comprar otros y garantizar que si aun asi alguno se da el batacazo, el gobierno, con el dinero de todos repondrá el dinero perdido en el agujero.
Así que no sabe uno que pensar. Por una parte está bien eso de que el bueno del estado vele por la economía infunda confianza y evite que se desplome. Conservaré mi trabajo, pagaré mi hipoteca y pediré un préstamo para comprar un coche que corre a 180 por hora para meterme en los atascos a 30 por hora y pagar las multas del ayuntamiento cuando me despiste o tenga prisa. Por otra parte piensa uno que es una injusticia que los que por su avaricia e incompetencia nos han metido en esta situación se vayan de rositas con el dinero que a través de la usura han robado a los que realmente produjeron la riqueza con su esfuerzo y su trabajo.
Por otra parte no deja de ser sospechoso que el árbitro de todo el sistema sea un Estado que pide dinero teóricamente emitido por el propio Estado, prestado a los usureros y que además pague por usarlo. Un estado dirigido por organizaciones que están empeñadas hasta las cejas con unos usureros aunque a veces estos les perdonen parte de los intereses, algo que no suelen hacer conmigo. ¿No es posible que su juicio se vea nublado por el emotivo agradecimiento a tan generosos prestamos irretornables en moneda corriente?
Llevaba días oliendo a podrido cada vez que veía las noticias. Dandole vueltas a un montón de afirmaciones extrañas, insensatas y difíciles de asimilar. Pero resulta que Mercedes no solo ha hecho un blog de cocina, se me ha convertido en una bloguera. Y lee las noticias en internet y sigue varios blogs cuando descubre comentarios inteligentes, más allá de las simples recetas de cocina. Y me envía correos electrónicos con suis hallazgos cuando cree que me interesarán y suelen interesarme, porque mi mujer me conoce bastante, es muy inteligente y tiene un ojo critico muy agudo.
Y la joyita de hoy es un apunte en un blog llamado Upaya sobre la forma en que se crea el dinero y porque dicen en la tele que el sistema económico está basado la deuda y la piedra angular es la confianza que intentan apuntalar los gobiernos. Os recomiendo la lectura de ‘El multiplicador del dinero‘ y la visión completa -a pesar de que dura 47 minutos- del vídeo adjunto al mismo, es uno de los retazos de información más instructivos e interesantes que he recibido en mucho tiempo. Una lección de economía que solo es comparable a aquella que dio un payés a su nieto y que este a su vez compartió conmigo:
Hijo mio, si trabajas, ganarás dinero. Si gastas menos de lo que tienes, pagas al contado y no pides préstamos, nunca tendrás problemas económicos.