Estábamos tranquilamente viendo la segunda serie de la noche en la televisión cuando sonó el teléfono. Eran las once de la noche y esas llamadas siempre suponen un sobresalto, pues nadie llama a esas horas para una cuestión que no sea importante. Contesta Mercedes y responde «No, gracias, no nos interesa» que es su respuesta estándar a los vendedores.
Me quedo sorprendido y cuando le pregunto me confirma que si, que era una llamada de Jazztel -eso han dicho- para lo de siempre: dar la vara. Sin tiempo para que nos recuperemos de la sorpresa vuelve a sonar el teléfono.
Increíble, son los mismos, que insisten. Pregunto que de que empresa llaman y me dicen que de Jazztel, les digo si esa es la empresa para la que tranbajan y me repite que llama de Jazztel, insisto en que si trabajan para Jazztel o para un contratista y el teleoperador, que habla con un marcado acento sudamericano se me pone chulo y me dice repetido varias veces el nombre de Jazztel y me dice que si no sé que es Jazztel, y -curiosamente- por su tono bastante ofendido o enfadado, lo que colma mi paciencia.
Despues de darle un repaso de diccionario a sus parientes antecesores cercanos que el mismo Camilo José Cela o el célebre actor Fernando Fernán Gómez habrían aprobado, le comunico que si vuelven a llamarnos pondremos una denuncia por acoso y acto seguido cuelgo.
Después de pensarlo, me pareció extraño que cualquier empresa con un mínimo de interés comercial pensase que llamando a esas horas encontraría a los clientes dispuestos a escucharles, así que miré el teléfono desde el que habían hecho la llamada (911190976) y lo busqué en la red. La respuesta es esclarecedora: diversos casos similares, llamadas de noche y la misma torpeza y malos modos. En aquellos que avanzaron el la conversación, petición del numero de cuenta corriente, por lo que muchos de los afectados sospechan que pueda ser una estafa, en la que además estos sujetos insisten de forma estúpida y contumaz.
No dudo que volveré a recibir llamadas, pero colgar de forma inmediata ya no me parece la respuesta adecuada, voy a pasar a la acción poniendo denuncia ante la policía, consumo, la agencia de protección de datos, la compañía telefónica cualquier otra instancia que se me ocurra.
En principio voy a llamar al 900 809 400 el teléfono de quejas de Jazztel, luego a Telefónica para denunciar acoso, y así seguiré hasta que me aburra o me den una respuesta satisfactoria. En la Lista Robinson ya estoy apuntado, pero si alguien me lee y no está apuntado, puede hacerlo en su web
No me cabe en la cabeza que alguien pueda tener un número de teléfono y conculque la ley sin pagar las consecuencias. Es necesario que -contra la costumbre española- además de quejarnos en el blog y en el bar pasemos a la acción y denunciemos. No se disfrutan los derechos para los que no se exige respeto.
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para rematerte la entrada co nalgo de humor, un viejo video…
El spam telefónico se acababa con cuatro maños como éste
http://diabloaburrido.blogspot.com.es/2010/06/el-spam-telefonico-se-acababa-con.html