Esto es una necrología. Básicamente un artículo sobre una persona recientemente fallecida, pero también un intento de encontrar en las palabras el consuelo ante la desagradable sorpresa de la muerte y ante la idea de que alguien a quien aprecias, ya no está vivo, ya no podrá oír tus palabras, ya no te alegrará un momento con sus frases amables o su sonrisa, ya no te ilustrará con sus conocimientos.
Agustí era muchas cosas. En la prensa han salido artículos que hablan de él como Subinspector de la Guardia Urbana de Figueres, como Doctor en Historia por la UAB, escritor de novela negra,…no he visto escrito que había sido suboficial de aviación, especialista en automóviles y que estuvo destinado en el EVA-1 en Inoges, que coleccionaba discos de vinilo [1], …hay muchas cosas que se han dicho, y otras que no se han dicho, pero es poco probable que consigan definir a Agustí, porque era una de esas personas tan complejas y a la vez tan sencillas que abusando del tópico diré que faltan las palabras.
Para mi era una persona amable, siempre atento, siempre dispuesto a escuchar con el que coincidíamos en muchos puntos de vista y temas, como el interés la historia. Puedo decir que he recibido mil atenciones y gestos amables por su parte y siento el peso de una deuda que su partida abrupta me va a impedir intentar saldar. Por que soy consciente de por muchos esfuerzos que hubiera hecho por mi parte, él me habría llevado siempre ventaja en amabilidad, en deferencia, en sabiduría.
Como policía y funcionario siempre entendió el ejercicio de su cargo como un servicio, hacia la ciudad, pero sobre todo hacia los ciudadanos. Creo que se podría decir que le interesaba más mejorar que progresar. Su calidad humana y su talla intelectual, ennoblecía al cuerpo al que pertenecía y a Figueres, que mañana va a despedirlo en un acto civil en el Teatre Jardí. Seguro que somos muchos los que acudiremos, entristecidos por la pérdida de un hombre bueno. Le despediremos, pero no le olvidaremos.
Adeu, Agustí.
[1] Nota (29/04/2015): Hace un tiempo un amigo común me corrigió un dato de este artículo. Agustí no coleccionaba vinilos. Yo lo creía así porque cuando coincidíamos en la feria de las antiguedaes, por las fiestas de Figueres, el buscaba y repasaba los discos que había por alli, pero no era para él sino para advertir a este comun amigo, que era quien los coleccionaba, igual que a mi me advertía si veía agun libro antiguo que pensase que me podía interesar. Así era Agustí, siempre pensando en los amigos.
Hola, Muchísimas gracias por estas palabras tan bonitas. L’Agustí siempre se ponía sus alas con la rueda en medio en su uniforme, estaba muy orgulloso de haber formado parte de la aviación y se fue con ellas puestas. Sus compañeros de EVA4 estaban allí.