El sábado estuve dibujando con los Urban Sketchers en Espolla, un pueblo del Alt Empordà cerca de donde vivo. Hablando con Bárbara, una mujer que trabajaba para el ayuntamiento en la organización del evento, me pareció que no era originaria del pueblo y se lo pregunté.
Me dijo que era italiana, de Milán. Hablamos de Milán y de Torino, donde mi hijo estuvo trabajando un año, lo que motivó que hiciéramos varias visitas a esa preciosa ciudad.
Hablábamos en catalán y la conversación nos llevó a comentar la facilidad de entendernos entre catalanes bilingües e italianos, por la afinidad entre los idiomas y eso me llevó a comentar los errores comunes que cometemos al confiar en exceso en esa afinidad.
Los llamados «falsos amigos» son palabras o expresiones en un idioma que tienen aparentemente una traducción directa en otro, pero esa aparente traducción es falsa.
Bárbara me sorprendió al decirme que a ella la expresión que más gracia le hacía era «bocata di cardinale» ya que en italiano «bocata» no significa nada, es una palabra inexistente, mientras la inmensa mayoría de los españoles que desconocemos el italiano pensamos que se traduce por ‘bocado’, y todos sin distinción sabemos que se refiere a un «bocado exquisito», algo que antiguamente solían degustar solo los príncipes de la iglesia.
Curiosamente el traductor de Google hace la traducción popular, «bocado de cardenal» pero otros traductores en linea tienen un comportamiento curioso: invierten la traducción pensando que hemos introducido el texto en español para traducir al italiano y traducen «bocata» por «panino».
Investigando un poco he encontrado «boccone» para referirse a una porción de comida, «morso» es el mordisco de comida que te metes en la boca y el español «delicioso bocado» y la exquisitez que queríamos definir como «bocata di cardinale», es en realidad un «spuntino delizioso».
Hay otros falsos amigos: «burro» en italiano no alude al popular animal cuadrúpedo, sino que significa «mantequilla» en italiano; la «gamba» no es marisco, sino una pierna y la «pasta» aunque también quiere decir masa, se refiere a la pasta alimenticia y no coincide con otros significados que tiene en español, como «dinero» o «sustancia blanda».
Estos falsos amigos tienen en muchas ocasiones un doble filo y de la misma forma que nosotros, un italiano podría pensar que comer gambas es comer piernas o estar constipado es tener estreñimiento que en italiano se dice «costipato». Y por último uno de los que me parece más peligroso socialmente, por su capacidad de provocar situaciones «embarazosa» es precisamente el caso del embarazo. «Embarazada» podría ser confundido con «imbarazzata», que en español no se traduciría por «embarazada», sino por «avergonzada» o «incómoda».
Espero que a aquellos que como yo os guste hablar e intercambiar ideas, que normalmente os esforzáis por entender a todo el mundo, os sirvan estas ideas para no «excederos» en la comprensión más allá de vuestro conocimiento del otro idioma y no hagamos como aquellos estudiantes de Salamanca que por su desconocimiento de la gramática y el vocabulario del latín clásico, hablaban el «latín macarrónico» o «salmantico» y casi inventan una nueva lengua romance.
Por otra parte, la lista de los falsos amigos entre el español y el italiano es larga. Lo aquí comentado es la punta del iceberg y al que le interese el tema o aquellos que conviven con él, seguro que tienen muchos más ejemplos que aportar y alguna que otra anécdota.