La asociación AltraItalia esta formada por italianos que viven en Barcelona. Son italianos que no deben soportar a Berlusconi, pues se declaran antifascistas y progresistas. Seguramente convencidos de la nobleza de su causa han decidido hacer un poco de ruido y salir en la prensa. Y lo han conseguido. El Pais les dedica una columna en su edición de hoy. A mi me repugna jugar a su juego y darles aun más atención, pero la sarta de estupideces que relata la noticia es tan vomitiva que mueve a indignación y ya se sabe que un porcentaje elevado de los artículos de los blogs nacen de la indignación que es imposible acallar.
Bombardeo de Figueres el día 23/01/1938 a las 14:00. Foto de los fondos OMS del Ufficio Storico Aviacione Militare (Roma).
Estos individuos han decidido denunciar a Italia -su país- por los bombardeos de Barcelona -el nuestro- durante la guerra civil. Se puede ser más imbécil, pero no más demagogo. Evidentemente el estado italiano no debe considerarse heredero del régimen fascista. Como a Mussolini lo mataron y lo colgaron en una plaza no creo que estén por la tarea de pagar su factura. El Parlament, como por lo visto no tiene otros problemas, o quizás no hay problemas que sepa solucionar, también va a unirse en el brindis al sol para pedir que el estado italiano «pida perdón».
Por si acaso no cuela ese argumento, los Altroitalianos quieren denunciar a los pilotos que intervinieron en los ataques. Naturalmente podrían haber pedido también el enjuiciamiento de Julio Cesar y de Pompeyo que dejaron hechos polvo los campos de Iltirda con sus batallitas, de Serbio Sulpicio o de Publio Cornelio Escipión Emiliano, por genocidio, esclavitud y otros crímenes contra la humanidad…
De esta forma podríamos denunciar todas las injusticias y barbaridades de la historia y dar trabajo a generaciones enteras de letrados y juristas. Pero mil denuncias en los juzgados no harán que las barbaridades que ocurrieron desaparezcan, la demagogia no sustituye a la democracia y la historia no va a cambiar por mucho que alguien se empeñe en reescribirla.
Hay que conocer los hechos pasados y tratar de entender sus causas para evitar repetirlos. Utilizarlos en las luchas del presente es como sacar los trapos sucios en un matrimonio: no puede acabar en nada bueno. Cuando encima el que saca los trapos sucios es el vecino que tenemos hospedado en casa, la cosa resulta como mínimo chocante. Cuando se recrimina a una persona por lo que hizo otra, es ridículo.
El estado Italiano nunca ha puesto objeciones a los historiadores que han acudido a los archivos para investigar los hechos. La participación Italiana en la guerra civil está muy bien documentada, hay numerosos libros editados en Italia y España que hablan con detalle de las acciones de la Aviazione Legionaria. Se conoce incluso el caso del bombardeo de Barcelona la noche del uno de enero de 1938 por aviones Italianos, con marcas de nacionalidad italianas y pilotado por el por el General Giuseppe Valle, sub-secretario de aviación italiano, partiendo desde el aeródromo de Gidonia (Italia) realizando un viaje de 2000 Km. de noche y con mal tiempo. La acción se relata en su libro ‘Uomini nei cielli’ y tenía por finalidad convencer a Musolini de que este tipo de acciones eran posibles. Naturalmente esa acción en su día constituía un «casus belli». El gobierno de la república no era completamente ignorante de esta o de otras acciones de guerra realizadas por fuerzas navales italianas y hubo incluso quien propuso bombardear Italia para provocar la extensión del conflicto, pero el gobierno la desestimó. ¿Deberíamos quizás ahora declarar la guerra a Italia, nuestro socio en la Unión Europea? Esta es mas o menos la lógica de los demagogos de los que se hace eco El País.
Espero que todos estos pretendidos ‘revolucionarios’ del tres al cuarto dejen de jugar con nuestra historia para que los historiadores puedan seguir haciendo su trabajo y para que nuestra cultura se desarrolle sobre la base del conocimiento y no de la demagogia y los sofismas interesados.
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