Creo que la fotografía es una gran ocasión para dejar expresarse a nuestra creatividad. A veces solo consiste en obtener una imagen que refleja la realidad desde un punto de vista personal u original, otras se trata de llenar el encuadre de belleza y armonía, pero otras veces simplemente la forma de tomar la foto o la preparación necesaria para hacerla, es la parte más importante del acto fotográfico.
Prácticamente siempre llevo llevo encima mi Panasonic Lumix TZ7, con la que ya he hecho, si las cuentas no me fallan, más de 12.000 fotografías. La Canon 450D la tengo infrautilizada ya que suelo llevarla a exhibiciones aéreas y excursiones de fotografía de la naturaleza, pero su volumen y peso la hacen incómoda para viajar con ella, especialmente cuando el peso del equipaje es un problema.
A pesar de que uno de mis propósitos veraniegos era perfeccionar mi manejo de la Canon, no he podido resistirme a comprar una cámara con la que llevaba soñando algún tiempo, la Gopro Hero HD.
Se trata de una cámara de acción cuyos complementos tienen como objeto principal que puedas colocar la cámara sobre un casco, vehículo, tabla de surf, o cualquier otro lugar peligroso sin que reciba daño.
Su carcasa resiste inmersiones de hasta 60 mt. bajo el agua -os aseguro que es poco probable que yo vaya a comprobarlo- y como cámara de vídeo registra en varios tamaños incluido el llamado ‘full HD’ o 1920×1080 puntos. Estas dos características, unidas a su precio , la hacen enormemente atractiva, ya que por lo que me ha costado todo el equipo que he comprado, no habría podido comprar una carcasa para hacer sumergible una compacta de consumo.
Como cámara de fotos tiene una óptica fija con una apertura de 170º que la convierten prácticamente en un ojo de pez y que deforma bastante las imágenes, que son de 5 megapixels. Lo más llamativo es su función de disparo a intervalos de 1, 2, 5, 10,30 y 60 segundos. Ello permite crear series de fotografías para timelapses.
No hay control sobre el enfoque o la exposición, los parámetros configurables se reúnen en un menú bastante tosco y dentro de la carcasa de protección el sonido registrado es muy malo. Sin embargo ha tenido un enorme éxito de ventas como cámara de acción. Tal y como se encargó de recordarme Mercedes cuando dije que iba a comprarla, yo no voy a saltar en paracaídas con ella ni a hacer surf, esquiar, o hacer puenting, barranquismo o mountain bike, pero tengo ya una larga lista de experimentos fotográficos y de artilugios para hacerlos posibles que espero me mantendrán entretenido gran parte del verano y de los que daré cumplida cuenta en este blog. El primero de ellos ya dió lugar el otro día al comentario sobre la foto del Ruiseñor en mi jardin. Espero que pronto vendrán más.
El torrente de ideas que ha acompañado a la Gopro ha sido tal que he llegado a pensar en hacer un blog solo con ese tema, pero por suerte encontré que alguien se había tomado ya el trabajo de hacerlo.
Sobre la compra en si, diré que aunque en España hay distribuidor, yo la compré en USA a través de un amigo, con un importante ahorro que me permitió comprar bastantes complementos.
La camara sola en un kit que llaman ‘naked’ costaba 259,99 USD ->179,50 €. Había dos kits básicos, para coche (Con ventosa) y para casco. El precio de ambos era el mismo $299,99->207,12 € y supone un ahorro de $30 sobre la compra de lo que lleva incluido por separado.
Valoré cuanto me costaría comprar un kit y lo que llevaba el otro que no llevase el que ya había comprado, para ver cual era la opción más barata. Resultó ser comprando el kit ‘Motor’ y a los otros aditamentos sueltos le añadí el adaptador para trípode (con rosca universal) que no venía en ninguno. Luego, comparando vi que el kit ‘Motor’ estaba más barato en Amazon, asi que lo compré allí y el resto en la casa Gopro. Toda la compra que puede verse en la fotografía han sido unos 240 € con gastos de envío (dentro de USA).
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